Muchas veces pensamos que crianza con apego es solo cosa de bebés, y que acabando la lactancia se acabó el asunto de la crianza con apego.
Y crecen , caminan, llegan “los terribles 2″ que a veces no tienen nada de terribles, y llegan los 3, los 4, los 5, los 6, etc.
Resulta que a esas edades es cuando comenzamos con problemas con nuestros niños, pataletas, gritos y sombrerazos, o suponemos que “ya pasaron los 2 años”, ya no es un bebé… (¿será? ) ¿entonces por que ahora ellos se pelean con nosotros, o nosotros con ellos mas bien?
Pueden ser muchos factores, algunos por que ya llegó un hermanito y automáticamente “crecemos” al primogénito y esperamos de él mas cooperación y madurez y que compartan su tiempo y espacio de buena gana, y ellos protestan; a veces por la escuela, puede ser mucha presión o que algo no les guste, que no estén preparadosm se aburran, o que alguien los moleste, y también tendemos a ponernos del lado de la escuela y no de nuestros hijos.
Cuando crecen y ya no los vemos cono bebés regresamos sin querer a nuestras programaciones de la infancia, esperando obediencia inmediata y sin chistar, a veces damos muchas órdenes al mismo tiempo, o no somos claros en lo que queremos, etc.
Son muchas cosas, como dije, cada caso es diferente ya que no hay una familia igual a la otra, a mi me ha pasado y de pronto me pasa de nuevo, ya que no es fácil borrar lo que traemos metido dentro desde niños.
Un libro que a mi parecer es muy útil es “Como hablar para que los niños escuchen y cómo escuchar para que los niños hablen” de Adele Farber y Elaine Mazlish.
Este libro tiene ejemplos y ejercicios donde uno puede ensayar respuestas y entender como en ocasiones como adultos desacreditamos los sentimientos, las percepciones o las explicaciones de los niños, y por eso también llegan a causarse estos probelmas.
Un ejemplo que me gusta mucho, es que nos dice, que imaginemos un dia en la oficina o en el trabajo, nos han pedido un reporte, pero , como sabemos a veces hay días que se complican y surgen imprevistos y u problema tras otro y resulta que no terminemos, llega el jefe y nos grita frente a todos, y salimos de la oficina molestos y avergonzados.
Llega uno de nuestro amigos y nos trata de “apoyar” y muestra posibles respuestas.
Negando nuestro sentimiento de enojo “pero no es para que te alteres tanto”
Filosofando que hay dias buenos y dias malos
Dandonos un consejo de exactamente que debemos de hacer al otro dia
Preguntándonos exactamente que nos retrasó, que si no sabiamos que eso nos iba a dar problemas, etc.
Defendiendo o poniendose del lado del jefe
Compadeciendonos.
y otras, respuestas que si lo practicamos y nos ponemos en lugar de nuestro hijo, vemos por que se cierran o enfadan , y que es son justa razón. Lo que es necesario es escuchar, verdaderamente escuchar y acompañar. Que es muy dificil por que nos encanta dar consejos y decir que debieran de hacer, pero a veces escuchando realmente ellos mismos encuentran soluciones, o dejarlos a ellos darnos la solución.
©2010 criandocreando.com. All Rights Reserved.
.