“–Las bestias afuera” le dice Bastiana a Florián cuando él y su perro Atila llegan a la estancia La Guillermina, en algún lugar apartado de la Patagonia.
Al comienzo los opuestos parecen tener un límite definido: el adentro y el afuera, lo civilizado y lo salvaje, lo humano y lo bestial. Pero el temor al aire libre que aparece en un principio (asociado con lo salvaje), luego puede manifestarse dentro de la casa y con las puertas trancadas y ya no queda claro si lo salvaje está adentro o afuera. Tampoco queda claro (y toda esta incertidumbre atrapa al lector) si el peligro surge de las maquinaciones mentales del protagonista o de esta estancia aislada que, por momentos, da la sensación de ser lo único que queda del mundo.
La novela nos anuncia ya en el primer párrafo que algo nada agradable va a pasar. Pero no da más información y el lector se lanza a la lectura, no sin tensión, buscando saber más.
Hay un río que por momentos tiene características de animal. El río separa la estancia del resto del mundo. Pero también muestra que, a veces, hay que dejarse llevar por la corriente.
Bestias afuera, de Fabián Martínez Siccardi. Premio Clarín de Novela 2013 (Alfaguara, 2013).
- Bestias afuera
- Fabián Martínez Siccardi
- Alfaguara
- Año 2013
- 128 páginas
- ISBN 9789870726029