Revista Cultura y Ocio
Título: Bestias (Beasts)Autora: Joyce Carol OatesEditorial: Papel de liar (junio 2010)Año de publicación: 2002 Páginas: 158 Bestias ha sido mi segunda incursión en las obras de la estadounidense Joyce Carol Oates, hace años leí Blonde, una biografía que escribió sobre Marilyn Monroe que no acabó de convencerme, me pareció demasiado sensacionalista y el estilo de escritura no acabó de gustarme del todo. Con este segundo intento me reafirmo, Joyce Carol Oates no acaba de convencerme. No puedo decir que escriba mal, su estilo es correcto y el libro se lee rápidamente, tanto por lo breve que es, como por la forma que tiene de escribir con frases cortas y capítulos de dos o tres páginas. Sin embargo, me ha faltado ese punto de enganche que hace que un libro me cautive completamente, por no hablar de algunas erratas que contiene esta edición que me obligaban a parar y volver a releer, algo que me resulta muy molesto. Bestias es una historia en primera persona contada por Gillian, quien al ver en el Louvre un tótem recuerda sus años de juventud en el Catamount College durante los años 70. Allí, como le sucede al resto de compañeras, se enamora de su profesor André Harrow y siente una irresistible fascinación por su esposa Dorcas, una escultora creadora del tótem que ha activado sus recuerdos. Sin embargo, esta pareja no es lo que parece, viven en una casa apartada donde se rumorea que acuden algunas alumnas a las que someten sexual y psicológicamente. Además, una serie de misteriosos incendios tienen en vilo a todos. Poco a poco, Gillian se irá metiendo en el mundo de la pareja y descubriendo algunos de los secretos que ocultan. La novela nos va introduciendo de una manera pausada en todos estos acontecimientos, sin grandes sobresaltos ni grandes acontecimientos vemos que el profesor Harrow no es muy normal. Pide a sus alumnas que cuenten sus secretos más íntimos y escabrosos y habla de sexo con ellas sin ningún tipo de pudor. En sus clases de poesía, suele nombrar a D.H. Lawrence, algo que me ha gustado especialmente, y se repite en varias ocasiones esta inquietante poesía con un doble sentido más que evidente:Te amo, podrida,deliciosa podredumbre.Amo chuparos bajo vuestras pielesde fina promesa, tan pardas y suaves,tan morbosas...Serbas, nísperos con coronas muertas.Digo, gloriosas son las experiencias infernales,órfico, delicadoDioniso del inframundo.Un beso y un espasmo de adiós, un momentáneoorgasmo de ruptura,después ya solo por el húmedo camino, hasta elsiguiente cruce.Y allí un nuevo encuentro, una nueva despedida...Una nueva intoxicación de soledad entre hojasmustias, heladas de escarcha.La principal pega que le pondría al libro es lo plano que resulta, los personajes no tienen suficiente cuerpo, tanto es así, que he confundido continuamente a unas alumnas con otras, teniendo que volver a releer quién era quién. Toda la historia además, resulta demasiado irreal, si bien es cierto, que la autora lo resuelve todo con un gran e inesperado final. Bestias es sin duda uno de esos libros que no dejan huella y que me temo que dentro de unos años ni recordaré.