Como diría aquel, entre col y col, un lechuga. Y es que hay casos a los largo de esta historia cainita de verde, que son merecedores de llevar la vitola de #BetisLeaks, en muchas ocasiones debido a la maldad con la que pretendieron ensañarse con el Eterno Campeón de Andalucía.
Continuaremos publicando los capítulos del ‘Expediente Saz’ en breve, pero recordamos otros capítulos ignominiosos, que marcaron el estilo definido de los clubes de esta ciudad para siempre.
Camino de la treintena de años alumbran al hecho, los más jóvenes del lugar no lo conocen mayoritariamente, pero ocurrió.
Estamos ante el umbral del mencionado cainismo futbolístico de la ciudad jamás conocido desde el Caso Antúnez. Recordamos que lo ocurrido con Antúnez fue un vil intento por parte de la entidad bética para desposeernos de nuestro único título de Liga.
Nos acusaron durante décadas de hacer cosas que no solo nunca hicimos, sino que por el contrario hicieron ellos demostradamente.
No lo consiguieron a pesar de ser el club que ostentaba y ostenta el poder desde siempre en esta ciudad y hoy estamos aquí para recordarlo. Un episodio de lo más sangrante tuvo lugar a cara de perro protagonizado por ellos, que si hubiese sido al revés se habría juntado Roma con Santiago, y tendríamos que haber emigrado a otro país. Un terremoto y una persecución con armas arrojadizas contra el sevillismo per saecula saeculorum como muestra del victimismo más ruin.
Se jugaba la primera eliminatoria de la Copa del Rey de la temporada 89-90 y al Sevilla le tocó en suerte al Español de Barcelona. La ida en Sarriá se saldó con empate a cero. La vuelta se disputó en Nervión un 20 de septiembre con un rotundo cuatro a uno en el marcador favorable al Sevilla F.C.
La eliminatoria estaba resuelta.
Al día siguiente todos los rotativos se hacían eco de que el Español había impugnado el partido por alineación indebida.
Tras el partido, el Español elevó ante el Comité Nacional de la Federación un escrito solicitando la nulidad del partido al haber alineado el Sevilla a cuatro futbolistas con licencia del Sevilla Atlético siendo tres el tope máximo. Nando, Martagón, Pascual y Antoñito fueron los cuatro jugadores referidos.
El Sevilla tenía débiles alegaciones. Una negligencia de un empleado del Club supuso que no se diligenciasen en su día las fichas de Nando y Martagón como jugadores del primer equipo.
El reglamento de la Federación establecía que se daría por perdida la eliminatoria si se hubiese obrado de mala fe. El Español –en un gesto que le honra- en ningún momento pretendió ganar la eliminatoria en los despachos sino forzar un tercer partido, entendiendo que no hubo mala fe por parte sevillista, más aun cuando los cambios en el partido se producen con un rotundo cuatro a uno para el Sevilla. También se produce un antecedente ese mismo año entre la Real Sociedad y el Burgos, en el que se repite el partido y no se da por eliminado al infractor.
¿Tenía conocimiento de esto el Español de Barcelona? Hoy en día es fácil con los medios tecnológicos existentes, antes no era tan fácil.
La bomba salta cuando se conoce de quien parte el “chivatazo” sobre la indebida alineación.
José León aparece en portada del ABC sonriente, y en la misma portada los cuatro canteranos sevillistas alineados en el partido.
El dirigente bético se jacta de haber sido él quien dio la información a un directivo del Español. Reconoce públicamente que él había posibilitado la impugnación.
Al parecer no se perdonaba en el seno de la entidad heliopolitana los fichajes por parte del Sevilla de tres jugadores béticos ( Diego Rodríguez, Carvajal y Nacho Conte) que habían quedado con la carta de libertad bajo el brazo y la posibilidad de contratar con cualquier otro equipo. Tras el asunto de estos fichajes comentados, el directivo bético José María de la Concha declaró a la prensa; “lo que nos han hecho nos lo pagarán”.
Un año antes el Betis se entromete en el fichaje de Valentín, jugador cordobesista que tenía un acuerdo con el Sevilla y justo antes de la firma cambia de acera.
Para colmo de “desgracias” verdiblancas, el concierto que pensaban dar Julio Iglesias y Plácido Domingo en el Villamarín, cambia de escenario y se celebra en el Ramón Sánchez Pizjuán, informándose desde la organización del concierto que se debía al mayor aforo y belleza del estadio nervionense así como a la mejor y más céntrica ubicación.
Una vez más saltan los cristales rotos dentro de los estómagos del equipo fundado por militares y la bilis sale por todos los poros.
En declaraciones a ABC de Sevilla el vicepresidente bético, Sr. León Gómez, alude a que “he hecho un bien al fútbol en general y sólo pretendo colaborar con la Federación Española…, y que en la guerra de guerrillas importan poco los medios si se cumplen los fines”.
La afición verdiblanca aplaudió a coro la intromisión del Sr. León, la misma afición que le calificó años después como elemento de cubertería leñosa y otras lindezas por el estilo.
El Sevilla acató la decisión del Comité de Competición y no presentó más recursos al entenderlo como inútil ya que la irregularidad existió, declarando Luis Cuervas que se delimitarían responsabilidades en al próxima junta de la directiva para averiguar quien actuó con negligencia dentro del club.
El partido se repitió a las seis y media de la tarde del 27 de septiembre en el Vicente Calderón. El Sevilla ganó 1-0 (gol de Francisco tras córner sacado por Rafa Paz) y pasó la eliminatoria. muy a pesar de ellos.
Nunca el Sevilla FC hizo algo igual con respecto al equipo de la Palmera, pero ya saben, unos escardan la lana y otros se llevan la fama.
(Basado en datos aportados por Antonio Ramírez – Voladizo de Gol Sur).