Técnica
- Siéntate en postura de meditación, siddhasana, padmasana o sukhasana. Cierra los ojos y relájate unos instantes.
- Espira profundamente por ambas fosas nasales y a continuación realiza una inspiración yóguica completa. Retén la respiración con los pulmones llenos. La retención ha de ser breve, unos cinco segundos.
- Luego, taponas los oidos con los dedos índices, introduciendo las puntas en lso orificios de estos hasta que notes que quedan herméticamente tapados. Mantén los brazoa en línea horizontal a la altura de los hombros.
- A continuación espira lenta y suavemente por la nariz, emitiendo un zumbido sostenido, similar al que hacen las abejas. Emite el zumbido durante toda la espiración intentando que sea uniforme y con un sonido moderado. Permanece centrado en el sonido, sintiendo la vibración que produce dentro de la cabeza. Después de espirar lleva las manos a las rodillas. Esto constituye una vuelta.
Beneficios principales
- Disminuye la presión sanguínea.
- Elimina la ansiedad y tranquiliza la mente.
- Induce al estado meditativo y la percepción del sonido interno, “Nada”.
- Activa Anahata chakra.
www.unrespiro.esCURSOS Y CLASES DE YOGA ON LINE