Capitán, la misión sigue su curso a pesar de su abandono. Por más que intento ponerme en contacto con usted no hay manera. A ver si va a estar haciendo como que no escucha. Mientras usted se hace el sueco, los bebés terráqueos siguen creciendo. Sin prisa, pero sin pausa. Como las obras del AVE.
La vida ha cambiado de manera drástica y profunda desde que llegaron los mellizos. Casi tres semanas después de su advenimiento, las cosas están de la siguiente manera.
Consejos
La gente, tanto familiares, como no familiares, no paran de darnos consejos sobre la crianza de los dos seres. Pongamos un ejemplo práctico:
Si los pequeños mellizos no comen enseguida se alzan voces asegurando que lo mejor en esos casos es levantarle un “brazito”. Capitán, le aseguro que desconozco el poso científico de tal afirmación, pero a juzgar por la seguridad de los terrícolas debe de ser verdad. Es una especie llena de contradicciones. Otros humanos aseguran que no, que lo mejor es pellizcarle un “piececillo”. Al escuchar estas dos afirmaciones he sacado a pasear el módulo de ironía que llevo programado en mi ADN y les he asegurado que a mí, lo que me funciona de verdad, es morderles un huevo. Me han mirado raro y han reído por compromiso. Qué tercos los humanos. Morderles un huevo les despierta.
Otras cosas que se podrían hacer siguiendo esta estructura serían:
Soplarles en la oreja, frotarles un ojo, cepillarles el ombligo, rascarles el ano o meterlos en la nevera son otras posibilidades, menos populares eso es cierto.
Es muy posible que si probásemos cada uno de estos métodos en una muestra de 100 bebés de este planeta alguno funcionaría.
Vehículo
La llegada de A&T también ha afectado a nuestra manera de desplazarnos por el planeta y hemos tenido que cambiar nuestro vehículo. Hasta ahora la manera de ir de un sitio A a un sitio B en la ciudad que me ha tocado vivir era en un modelo de coche llamado Citröen Saxo. Una tartana de tercera mano y casi 20 años de trayectos en su maquinaria. Lo cierto es que para la fase de cortejo y penetración (previa a la llegada de los gemelos) no estuvo mal, pero ahora, en esta nueva etapa, sería harto peligroso.
Así que nos hemos comprado un coche familiar. Es vehículo mucho más grande que debido al precio jamás lo podríamos haber comprado, pero gracias a ese algoritmo que los de aquí llaman suerte y a una cosa llamada financiación finalmente ha sido posible. Nota para el Capitán: Cuando no tienes dinero suficiente para pagar algo al contado, en la Tierra te lo financian, en muchos casos tengas o no tengas dinero. Ya me explicará usted cómo es posible eso. Además tiene una connotación un tanto extraña ya que cuando te aprueban la llamada financiación significa que te van a estar jodiendo mes a mes durante años y aún así la gente, cuando se la conceden, sonríe. Algo similar pasa con una variante sexual muy de aquí llamada sodomía.
Pero, este no ha sido el único vehículo que hemos tenido que adquirir en la misión ya que los bebés también necesitan su propio cochecito para sentirse plenos. Además como son dos el carrito, así le llaman, ha de ser doble. Una auténtica obra de ingeniería. Para que se haga una idea, tres semanas después del advenimiento de A&T aún no tengo claro como se pliega y se desmonta la puta silla. Perdón por mi vocabulario Capitán, me he dejado llevar por la frustración. Me ha ganado el lado humano. En breve le informaré sobre los avances en este último punto. Y la cosa no acaba aquí. Además del coche nuevo, el carrito doble y su puta madre Capitán, perdón de nuevo, hay otro cosa más. Una especie de adaptadores para el coche llamados “Max & Cosi” que a juzgar por el nombre y el precio deben ser como los Victorio y Lucchino de los artefactos para bebés. Menos mal que un amigo terráqueo y su mujer, padres también de dos bolas extras, nos los dejaron. Si no tendría que volver a donar cabello y esperma para poder pagar todo este sindios de artefactos indispensables para la crianza.
Lectura
Estoy leyendo mucho para tener un conocimiento exacto y absoluto de esto de la vida. Es un milagro. Esta semana, por ejemplo, he aprendido la palabra “gameto”. No todo el mundo que es padre sabe qué significa realmente y el otro día reté a un amigo (eso cree él, en realidad lo utilizo) a que emplease esta palabra en una frase.
“Gameto es el padre de Pinocho”.
Y se quedó tan ancho. Así le va a esta especie tan maravillosa y desconcertante. Tienen las cosas más preciosas del Universo delante de sus ojos y apenas les prestan atención. Eso sí, todos saben la vida y hazañas de Cristiano Ronaldo y un tal Messi. Por cierto Capitán, la camiseta de Buyo que me encargó lleva agotada unos 30 años.
Noches
Esto es lo que peor llevamos. Durante el día los bebés duermen y se portan fenomenal, pero por la noche la cosa cambia. Lloran y lloran. Será por el JLU (Jet-Lag Uterino). Esto es así hasta tal punto que al enterarnos de que ayer se cambiaba la hora y que a las tres serían las dos intenté suicidarme. Ya tenía medio pie fuera de la terraza, en el vacío, cuando Ovugirl me agarró de la camiseta y me metió de nuevo en casa.
De todas formas, y para cerrar esa entrada, solo decirle que todo esto es accesorio. Los bebés parecen estar saludables y dan ganas de abrazarlos muy fuerte, pero no lo hago por miedo a que le salgan los intestinos por la boca. Los adoro. Adorar es un término muy cursi, pero es la verdad. Además tienen una mirada muy inteligente, como de concejal de urbanismo y cuando los observo con detenimiento veo destellos de inteligencia en sus ojos. Estoy casi seguro de que están deseando hablar para solucionar gran parte de los problemas de la humanidad. Entonces eructan y se me cae el mito, pero cada cosa a su tiempo.
Saludos desde La Tierra.