Bibliografía (I)

Al presentar un trabajo académico es imprescindible incluir una lista en la que consten todos los documentos que hayamos consultado, se hayan citado o no a lo largo del trabajo. Este apartado tiene varias funciones: en primer lugar, cumplir con la legislación sobre propiedad intelectual e identificar a nuestras fuentes correctamente; en segundo lugar, permite al lector contrastar nuestras conclusiones con las de otros autores, por lo que le aporta rigor académico. Y, en tercer lugar, facilita el futuro acceso a los documentos de los que nos hemos servido.

Existen multitud de manuales de estilo que podemos utilizar para crear nuestro listado bibliográfico, según el tipo de trabajo que estemos redactando.

• APA (American Psychological Association)
• Manual de estilo de Chicago, muy habitual en el ámbito de las Humanidades
• Norma ISO 360: 1987

Estos manuales regulan el formato y la secuencia en el que debemos proporcionar los datos, desde el nombre del autor hasta el número de páginas. Es necesario conocer el formato que utiliza cada manual para cada tipo de documento: libros, artículos o revistas no se citan igual entre sí, de la misma forma que no se cita igual un documento físico que uno electrónico, como una entrada de blog o un tweet. Es importante escoger qué manual vamos a utilizar para nuestra bibliografía, teniendo en cuenta la disciplina científica de nuestro trabajo y, también, las normas de publicación de la revista o editorial a la que vayamos a enviarlo, si se da el caso.

Existen abreviaturas bibliográficas que conviene conocer para redactar convenientemente nuestra bibliografía: por ejemplo, cuando un documento esté redactado por más de tres autores escribiremos el nombre del primero seguido de la locución latina et al; si no conocemos la fecha exacta de publicación de un texto, usaremos la abreviatura ca., correspondiente al latín circa. Para citar un volumen, usaremos v. siempre que no vaya seguido de números romanos o deba ir en mayúscula, en cuyo caso usaremos Vol.