A mí la realidad no siempre me satisface, tal vez por eso desde mi infancia me volqué en la literatura y el arte en general. No es que con ello cambie tu entorno, pero ayuda a la evasión de pensamientos y te sumerge en mundos que de ninguna otra manera podrías vivir.
Tal vez un libro leído en un momento dado, ante determinadas situaciones vitales, te marque, ayude o impacte, mientras que el mismo años después, te deje indiferente, o al revés.
Pues bien, de eso se trata este post, de elegir aquel libro que nos dejó una huella en la memoria, que nos erizó la piel, o nos emocionó, o nos abrió un camino, o sencillamente, nos maravilló.
Creo que fue por el 89, un invierno, cuando cayó en mis manos el que cambió mi concepto del amor. Lo leí, lo releí, lo subrayé y lo recité. Sin duda alguna, es mi elección:
Solitario de amor – Cristina Peri Rossi
¿Cuál es la suya?