Los veo en las estanterías,
abiertos a mí
conteniendo todos los mundos
todas las palabras mágicas
ventanas de hechizos que subyugan
y soy entonces
ratón de biblioteca
con alma peregrina
que vuela en busca de la luz del sol
sobre el pulverizado cielo de las letras
al que se abraza el día en el recuerdo de lo efímero
desde las oscuridades