En el año 1986, Márvel decidió, de la mano de su editor Jim Shooter, lanzarse a la creación de un Nuevo Universo diametralmente opuesto al tradicional y conocido hasta entonces. Starbrand, Justice, Nightmask…eran algunos de los títulos, llegarían a ser ocho los publicados, que la editorial puso en el mercado.
La idea original era partir desde cero, en una tierra donde no existieran superhéroes y que se ajustara a la realidad que todos conocemos. Nada de tipos con mallas; Desaparecían los conceptos iniciales de un cómic Márvel. La Casa de las Ideas lanzó un mensaje como campaña de Marketing “¿Qué ocurriría si una persona normal llegara a ser superhumano?”. Toda una declaración de intenciones.
Durante tres años, los títulos se mantuvieron en el mercado con más pena que gloria. En España apenas lograron mantenerse un año. La calidad de algunas historias estaba fuera de toda duda, pero no lograron ser aceptados por el gran público y cayeron en el baúl del olvido. El mercado no parecía estar preparado para un concepto tan distinto al tradicional. Sólo quedaba esperar tiempos mejores. Y esos tiempos llegaron.
En Septiembre de 2006, una serie de televisión se estrenaba en la NBC. Su nombre, “Héroes”, dejaba clara la temática. Los anteriores éxitos en taquilla de personajes de cómics, indicaban que existía un nicho de mercado para ese tipo de productos. Pero, al igual que el Nuevo Universo, aquí no veríamos a tipos con mallas saltando de edificio en edificio o volando por el cielo. Estábamos ante seres de carne y hueso, nada alejados de nosotros que, de repente, eran poseedores de poderes extraordinarios. Si, la idea de Jim Shooter, la que en los ochenta no triunfó, volvía a hacerse realidad, esta vez de la mano de la pequeña pantalla. Y la primera temporada de la serie se convirtió en un éxito.
New Universal es el remake de ese antiguo Nuevo Universo. La idea inicial, El Evento Blanco, se mantiene, al igual que la mayoría de personajes, pero se ha variado el enfoque. Lo más destacado es su planteamiento como limited de 12 números. Si el primer intento tuvo a 8 colecciones mensuales, ahora se deja en un único título, donde se desarrolla el argumento. Se convierte en una trama coral, donde la historia se desarrolla saltando de personaje en personaje, teniendo en cuenta que todos están unidos a raíz de su transformación.
La culpa de este cambio se la debemos a Warren Ellis. El popular y carismático guionista, se apropia de ese concepto original y le da vuelta y media, dejando únicamente sin tocar el origen de la historia. “No me siento obligado con nada del trabajo anterior. Voy a hacerle cosas terribles a aquellos viejos tebeos del Nuevo Universo, a limpiarlo todo, a hacer como si aquellos ejemplares no se hubieran publicado antes” sus propias palabras lo dejan bien claro.
Para acompañarle en el proyecto, tenemos a uno de los dibujantes patrios, Salvador Larroca. Si su calidad está fuera de toda duda, es porque en proyectos como éste da una lección de composición y trazo. Acostumbrado a mutantes y
¿Todo es bueno? Nada es perfecto y el tener a tantos personajes en danza impide profundizar en las historias de cada uno, pero en general estamos ante uno de esos cómics que merece la pena tener en nuestras estanterías.
¿Lo mejor y peor? Lo mejor, recuperar un concepto que estaba apartado y que, a poco que se intente, puede ser mejor que el propio Universo Márvel tradicional. Lo peor, que la miniserie inicial de 12 números, se nos queda por ahora en los seis que publica Panini ahora. Deberemos esperar una temporada para ver su finalización.
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