Decía Carl Sagan: "una biblioteca nos conecta con las ideas y el conocimiento de las grandes mentes de los mejores maestros, para inspirarnos a hacer nuestras propias aportaciones al saber colectivo de la especie humana"
Y continuaba:
"La historia está llena de gentes que, por miedo, ignorancia o ansia de poder, han destruido tesoros de inconmensurable valor que realmente nos pertenecen. No debemos permitir que ésto vuelva a ocurrir"Por desgracia, las definiciones de Biblioteca que se pueden encontrar, tanto en RAE como en wikipedia, por ejemplo, son meremente descriptivas: lugar donde se guardan libros -en su más amplia acepción- y documentos para que queden disponibles para su estudio.
No se hace referencia a aspectos como equidad, justicia, manipulación, fragmentación, objetividad, pluralidad…; pero sí se menciona expresamente que están al servicio de la institución que las promueve.
No todas son así, obviamente.
Pero hace unos días hemos asistido a una inaugiración vergonzante que haría palidecer al bueno de Sagan: la inauguración en Estados Unidos de la Biblioteca George W. Bush, destinada a preservar y reivindicar el legado del presidente que le da nombre, uno de los más lamentables dirigentes que ha dado ese país y, acaso, la historia moderna.
Con la presencia de todos los presidentes norteameticanos vivos (incluidos Clinton y Obama), en los triunfales discursos -incluido el de Obama- no hubo una sola mención a los acontecimientos más penosos y sangrantes de su mandato y que son parte principal de su aportación a la historia: Cárcel de Guantánamo, Guerra de Afganistán, Invasión de Irak en busca de unas armas de destrucción masiva inexistentes…
Una búsqueda dentro de la web por los criterios como "Guantanamo" o "Weapons of mass destruction" arrojan 0 resultados; y buscando por "Afghanistan", los resultados son del todo partidistas e interesados.
No sabemos si algunos de los patronos, benefactores o, incluso, usuarios, son José María Aznar, Tony Blair o Durao Barroso; o si hay una sección específica destinada a las Islas Azores.
Y es que hay bibliotecas cuyo principal objetivo es manipular la historia y la mente colectiva de los pueblos.
No debemos permitir que esto vuelva a suceder.