Este año 2012 celebramos el bicentenario del célebre escritor Charles Dickens, gran motivo para rescatar algún cuento o novela de su extensa obra literaria. Yo me he decantado por la novela Grandes esperanzas, escrita entre 1860 y 1861, aunque de todos es bien sabido que Dickens es famoso sobre todo por obras como Oliver Twist, Canción de Navidad, David Copperfield o Los papeles del club Pickwick, esta última traducida al español por Benito Pérez Galdós.
Charles Dickens nació en Portsmouth en 1812, segundo de los ocho hijos de un funcionario de la Marina. A los doce años, el padre ingresa en la cárcel por el impago de sus deudas y el joven Dickens de ve obligado a empezar a trabajar en una fábrica de betún. Al tener muchas inquietudes, su educación fue irregular hasta que se consagró como escritor. Aprendió por su cuenta taquigrafía, trabajó en el bufete de un abogado (el cual ya auguraba que el mundo del derecho no estaba hecho para Dickens) y finalmente fue corresponsal parlamentario del periódico The Morning Chronicle. Empezó a publicar pequeños relatos de la vida cotidiana en el The Monthly Magazine bajo el pseudónimo de Boz. Estos artículos atrajeron la atención y la aceptación de la gente por lo que se puede decir que es aquí, cuando empieza ya su larga trayectoria literaria ya como Charles Dickens.
Grandes Esperanzas cuenta la historia del niño huérfano Pip, que vive con su hermana y el marido de ésta, Joe. Una noche en la que Pip va al cementarerio a visitar la tumba de sus padres, se encuentra con un convicto que se ha escapado de un barco-prisión, el cual le amenaza y le pide su colaboración. Pip, asustado como cualquier niño de ocho años, le presta su ayuda en forma de víveres y una lima. Este encuentro es lo que marcará la vida de Pip en el futuro. Poco después, una mujer rica y excéntrica demanda los servicios de Pip a modo de acompañante. Esta señora en cuestión, es la señorita Havisham, una mujer que sufrió un importante desengaño y vive en el pasado desde entonces. Para aliviar sus penas, adopta a Estella, una niña que será su juguete, la cual educará para causar el mayor sufrimiento a los hombres como venganza de su desamor. Pip se enamora de Estella, que es poco mayor que él, aunque Estella le trata con gran desprecio. Un día, la suerte de Pip cambia, cuando recibe una misteriosa fortuna de manos de un misterioso benefactor secreto que desea hacer de Pip todo un caballero.
A partir de aquí, Pip se instala en Londres y toda su vida cambia.
Es una obra muy bonita pero también tiene sus tintes dramáticos, como toda obra que se precie de Dickens. Hay protagonistas muy malos, también los hay muy buenos y nuestro Pip, puede situarse en el medio, ya que el realismo de Dickens nos hace comprender que el ser humano no es totalmente ni blanco ni negro, y que todos tenemos nuestras manchas.
Ha habido varias adaptaciones cinematográficas de esta novela, la última y más vista fue protagonizada por Ethan Hawke y Gwyneth Paltrow dando vida a Pip y Estella respectivamente. Yo no la he visto pero viendo sólo el tráiler ya se da cuenta uno de que difiere mucho de la novela original, asi que prefiero quedarme con el recuerdo del libro.
Os animo a que leáis algún libro de este histórico autor, ya que su lenguaje es a la vez sencillo y rico en detalles. La atmósfera Dickens es algo típico del autor, el cual siempre ha reconocido que en sus novelas hay tintes autobiográficos.
Os dejo con un pequeño documental sobre la vida del autor.
“Cambiamos una y otra vez, y ahora era
ya demasiado tarde y estábamos demasiado lejos para retroceder; y seguí
adelante. Y la niebla se había levantado del todo, y el mundo se extendía ante
mis ojos”
“Comprendía con dolor,
muy a menudo, ya que no siempre, que la amaba contra toda razón, sin contar con
promesa alguna, contra la paz de mi espíritu, contra toda esperanza, en
detrimento de mi felicidad, a pesar de todos los motivos posibles de
desaliento.”