Desde que descubrimos lo bien hechas que quedan las maletas enrollando camisetas, chalecos, y todo lo susceptible de envolverse, no hay quién nos gane metiendo prendas en el trolley... Ya pueden ponerse como quieran de exigentes las compañías aéreas con el tamaño, ¡que a nosotras eso no nos importa! Rulillo por aquí, rulillo por allí, en nuestro equipaje de mano caben todos los "por si" del mundo y alguno más... Pero el arte de liar la prenda hasta dejarla casi sin oxígeno va más allá de los viajes. Las toallas, sin ir más lejos, también se enroscan y, a veces, en los sitios más insospechados. Soluciones ingeniosas para almacenar, ocupando poco espacio y, por supuesto, decorando un montón.
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¡Qué tiemblen los vuelos low cost! A enrollar no nos gana nadie.