Bienvenido, invierno

Hoy es el día más corto del año, el solsticio de invierno, pues es cuando el sol está menos horas presente. La noche es la más larga y empieza oficialmente el invierno. Y es que, como en la vida misma, todo son ciclos que empiezan y acaban, continuamente. A la oscuridad le sigue la luz, al día, la noche, al invierno, la primavera...

Pero simplemente me gustaría recordarte que, incluso bajo el blanco manto de fría nieve, hay vida. Las hierbas y las semillas de lo que serán plantas y árboles en primavera permanecen creciendo día a día en su interior. Como lo hace nuestra vida y la alegría, demasiadas veces oculta tras la tristeza y la pena que se manifiestan en nuestro semblante. La oscuridad no es más que algo transitorio que no nos deja sentir y vivir la luz que hay siempre en nuestro interior.

Así, tras este día, el más corto del año, todo empieza a volver a crecer, hasta la primavera. Y, aunque aún no veamos sus colores, aromas y su calidez, todo eso está ahí, esperando el momento más adecuado para manifestarse e inhundar nuestra vida de color, de nuevo. Para ello se han de caer las hojas, para dar paso a las nuevos brotes que en primavera se mostrarán y colorearán nuestros paisajes. Cada brizna de hierba ahora oculta volverá a brotar, en cuanto desaparezca el frío y la nieve...

Pero llega el día en nuestra vida en que lo más evidente tiende a desaparecer, dando paso a la Primavera eterna del Alma, algo sutil y demasiadas veces olvidado. Es esa luz interior que, a partir de un momento dado, ilumina nuestra vida para siempre, aunque haya oscuridad en el exterior. Es entonces cuando cobra sentido la oscuridad, pues es el paso necesario que abre paso a la luz que todos tenemos interiormente. Y cuando llega ese día desaparece y pierde importancia todo aquello solo supeficial que nos rodea y condiciona nuestra mente, para dar paso a lo esencial de nuestra vida, que el corazón guarda celosamente. Es entonces cuando entiendes que el amor y la felicidad que se obtiene compartiéndolo es algo perenne en nuestra vida, aunque para ello debas descubrirlo en tu corazón, donde siempre estuvo, está y estará. Solo debes saber encontrarlo, no resistirte a él y dejar que brote espontáneamente...

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Barcelona, 1960 Coach, escritor y conferenciante. Consultor de empresa, formador y emprendedor