En general, no tengáis miedo. Sólo deciros que si en algún momento sentís que vuestro alrededor está sumido en un silencio extraño, corred al pueblo más cercano y olvidad la locura de encontrar un sitio mejor. La inseguridad en el camino es el territorio de Moldeador, y él, quizás, es el único miedo que os permito tener. Bienvenidos a Lúcido.
