Big Bad Wolves - 2013

Directores: Aharon Keshales & Navot Papushado
  Me enteré de la existencia de esta película debido a que Tarantino la nombró como la mejor película del 2013. La mejor. Y aunque el hecho de que Tarantino haga filmes que me encantan y que fueron los primeros con los que comencé a interesarme más en el cine, no quiere decir que tenga un gusto a prueba de balas. Como sabrán, han salido cantidad de listas que recogen las películas favoritas de Tarantino; las que van desde los clásicos indiscutibles, hasta otras donde vemos películas que son francamente malas -incluidas además sus listas de "lo mejor del año..."-. Pero es la gracia de las opiniones: da gusto que sean variadas, mientras no vayan con arrogancia. En cualquier caso, que Tarantino diga que tu película es la mejor del año es publicidad suficiente para ser vista, pero de ahí a que uno esté de acuerdo con él...
  La película comienza con dos niñas jugando, junto a otro niño, a las escondidas. Ellas se esconden, él las busca. Cuando las comienza a buscar, encuentra a una de ellas, pero no a la otra. Sólo queda un zapato rojo de la niña desaparecida, que no es la única que ha sido víctima de estos secuestros. Tres hombres ven sus vidas entrelazadas gracias a estos crímenes: Dror, un profesor de escuela que es el principal sospechoso; Micki, un policía impetuoso de buenas intenciones pero de métodos cuestionables; y Gidi, el padre de la última niña secuestrada. Vidas entrelazadas de manera violenta, por si hacía falta mencionarlo, y es que una cacería se lleva a cabo.

  Los directores de la película ya habían trabajado juntos antes en la opera prima de ambos, Rabies, una de terror. Quizás la vea algún día. En su segunda película los directores recurren a un tópico que puede dar mucho de sí: la venganza. La venganza de un padre que quiere que el presunto culpable -después de todo, el profesor es sospechoso, inocente hasta que se pruebe lo contrario- pague por lo que le hizo a su hija. El padre no es el único personaje, y con los otros también se tocan temas un poco más alejados de la venganza propiamente tal: también está el sentido de la justicia. Si bien la venganza del padre es una retorcida manera de justicia bajo su mirada en particular, la del policía luce un poco más completa: el tipo no obedece cada punto de la ley de Israel, pero eso no quita que quiera encontrar a las niñas -o lo que queda de ellas- junto con el asesino, y así parar esa ola criminal. En cualquiera caso, lo que parece ser más importante a nivel moral es qué tan lejos puede llegar tu comportamiento y tus acciones para lograr la justicia deseada. Ya saben, si para atrapar a un presunto monstruo es válido y correcto transformarse uno mismo en otro. Pregunta desarrollada un sinnúmero de ocasiones pero que, como todos se apresuran en aclarar cada vez que plantean dicha situación, siempre puede resultar en algo original e interesante si es que se le da el giro adecuado. 'Big bad wolves' resulta interesante, pero no demasiado original. Está claro desde un inicio que no es precisamente esa la intención de los realizadores. Tampoco es la intención desarrollar una reflexión en torno a la justicia y la venganza -ambos conceptos siempre ciegos-. Yo diría más bien que la intención de los directores es, sin complicación alguna, contar directamente una historia de venganza y nada más. Si hay algo de crítica social, o un atisbo de reflexión sobre la condición humana y su naturaleza violenta, sería nada más por inercia, porque es lo que siempre se piensa cuando uno ve una historia así -"no necesita convertirse en un monstruo para atrapar a un (presunto, recuerden) pedófilo asesino"-. Es simple, pero es bueno que no sea una película hueca -las únicas huecas y sin ningún valor que he tenido el martirio de ver provienen de Estados Unidos; si hasta Gomorra, que la aborrecí, tiene contenido, que esté mal usado es otra cosa-.
  En otras palabras, esta no es una película muy seria ni densa que te deje pensando profundamente luego de verla -como ya he dicho, no es la intención-; es una para pasar un buen rato, para entretenerte mientras la ves, cosa que se logra. Sin emocionarme ni quedar maravillado, la película me gustó, pienso que está bien hecha.
  De todas formas, hay un par de cosas que debo reprocharle.

  En primera instancia se le podría reprochar que, a pesar de tratar un tema a todas luces complejo, la ejecución es poco seria y simplista. Pero tal reproche queda invalidado por la ya mencionada intención de los directores: no quieren hacer una película asfixiante ni oscura -como lo fue Prisoners, disfrutable y bien resuelta película que no era todo lo memorable y genial que la tildaban-. Lo suyo es el humor negro a toda regla, así que no esperen encontrarse con una atmósfera agobiante ni el suspense más intrigante -ya saben que el humor negro suele "matar" el suspense en sus momentos álgidos-. Se cuenta una historia de venganza con un filtro de ironía. No obstante, no se puede negar que los directores logran generar momentos impactantes y de gran interés. Hay secuencias muy bien logradas que destacan por la potencia dramática del momento. Destaco el momento cuando el profesor intenta convencer al policía de su inocencia, o cuando la violencia se hace cada vez mayor. El momento en el que los alumnos sospechan de su profesor es también potente. No será la película más seria ni difícil, pero logra momentos dramáticos poderosos y que elevan la calidad general de la película.
  Lo que reprocho sí o sí es la banda sonora. Aunque la atmósfera en sí no sea de misterio, igualmente le hace un flaco favor a la hora de generar la verdadera atmósfera de la película. Para empezar, es muy invasiva, pretendiendo ser más intensa que el momento mismo en el que es usada. Como si el fondo musical fuera más poderoso que la imagen y la acción. Pero no es lo peor, ya que bandas sonoras prominentes sí han demostrado ser efectivas e incluso memorables, porque están en coherencia con el tono de la película, para empezar. En este caso, que su fuerte presencia resulte molesta se debe a que la banda sonora en sí resulta verdaderamente simple y poco seria, casi como si fuera de una película de Disney o algo así. No digo que toda, porque en los momentos de violencia la banda sonora no era propiamente de una película para niños, pero a grandes rasgos sí lo parece -especialmente en los momentos de comedia, cuando el padre de Gidi entra en escena se siente más esa sensación-. No sé si la frase quedaría bien, pero esta parece ser una banda sonora "de juguete" -y cuando Gidi prepara una torta... esa secuencia es definitivamente la peor de la película-. Definitivamente, no es una banda sonora ideal -hay una excepción que no quita todo el malestar descrito-. No voy a decir yo cómo habría sido una mejor banda sonora, pero hay formas más efectivas de mostrar ironía y sarcasmo a través de este mecanismo -piensen en los hermanos Coen cuando se vuelven más hilarantes y delirantes-.

  El guión me parece correcto, ya que la historia sigue un rumbo sólido y directo al grano, dejando caer bien la información y siempre jugando con la presunta culpabilidad del profesor -aunque eso se aclara tempranamente; o yo tuve un chiripazo mental, lo cual dudo-. Se nota mejor su solidez cuando llegamos al final, durante el cual se puede apreciar una resolución bien lograda. Sin ser un prodigio de guión -los diálogos en general son bastante buenos- sí se puede decir que es redondo. La historia está bien narrada y construida.
  Al igual que el guión, los actores hacen una correcta labor interpretando al padre, al profesor y al policía -aunque este último me pareció más débil, a medida que el metraje avanza su actuación se va reivindicando-. La del profesor pudo haber sido un poco más ambigua, pero cumple y no desentona en los momentos más intensos. El que más me gustó fue el padre de la niña, ya que en él veía un poco más de emoción -rabia, lamentos, pena- que en los otros; la suya fue la actuación más intensa y empática, y con su personaje me fue más fácil conectar. Buenos actores, ninguno desentona ni le queda grande la labor. Bien por este apartado -antes de olvidarlo: los personajes no presentan un desarrollo magistral, pero se mueven bien dentro de los arquetipos de una trama como esta. No son personajes planos-.
  Finalmente, a pesar de la banda sonora, la dirección de este par es eficiente y logran hacer de esta una historia entretenida e interesante. No recuerdo haberme sentido distraído o sentir que la historia se estancaba -aunque sí abusan del típico momento "va a pasar, va a pasar-interrupcion-no pasa"-.
  En conclusión, 'Big bad wolves' es una historia de venganza bien resuelta y bien contada, sin mayor intención que hacer pasar un buen -y a ratos intenso- rato. No es una reflexión sobre la violencia desaforada e indeleble de las personas, de lo que el dolor de un padre provoca en su conducta, o de los límites de la ley y la moral para hacer lo que se cree es correcto. Su final puede que contenga una mirada que, aunque irónica, no deja de ser pesimista y tener un poco de la reflexión anteriormente descrita; afortunadamente, no resulta meloso -lo cual habría sido una clara traición y contradicción-, por lo mismo, el final termina siendo convincente y actúa como un muy buen cierre a la trama. No deja de ser desolador, pero eso es más personal. Creo que he pensado bastante el final, y es lo suficiente como para hacerme sentir un poco mal -con ese poco basta, sin embargo-.
  Pero basta, mejor me detengo. La película es entretenida, tiene muy buenos momentos, otros menos no tanto -como la persecución, donde hubo un par de tomas repetidas, que uno no es tonto-, pero como conjunto es más o menos estupenda. Disfrutable y digna, de eso no hay duda ¿Pero la mejor película del 2013? Ni loco. Se me viene a la mente al menos cinco películas que son mejores que esta: The Counselor, Only God Forgives, Springbreakers, La Grande Bellezza, La vie d'Adèle, Nebraska, Before Midnight, The Wolf of Wall Street y La Venus a la fourrure. Nueve mejores que esta. Pero para qué terminar con odiosas comparaciones... Big Bad Wolves es una muy buena película, y sin ser muy efusivo, la recomiendo. Como mínimo van a pasar un buen rato.

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