En el acelerador de partículas del CERN
hay átomos chocando a toda velocidad
Y la Iglesia de Roma no le tiene miedo
porque la máquina nos pueda absorber
a todos en un agujero negro,
sino porque gracias a ella la ciencia podría llegar
aún más allá, y quitarle a Dios el triángulo
de la cabeza, para siempre.