Marcell Jansen completa el 95% de los pases, dispara el balón imprimiéndole una velocidad de 93 km/h, recorre un promedio de 7 km/h, y lleva un gol marcado. Éstos son solo algunos de los datos en tiempo real de los que disponía (solo en entrenamientos) el preparador de Alemania Joachim Löw, en el pasado mundial de Brasil. Es decir, Alemania hacía uso del Big Data.
El término esta de moda pero, ¿con qué definición quedarse?. En el artículo de Forbes, What is Big Data?, se define como “ a collection of data from traditional and digital sources inside and outside your company that represents a source for ongoing discovery and analysis”. Y aunque a algunos les cuesta identificar a los clubs de fútbol como empresas, lo cierto es que a día de hoy lo son. Prueba de ello es la tecnología aplicada a la gestión deportiva. Y prueba de ello es y será, la progresiva introducción del Big Data en el mundo del futbol. En los EE.UU. es una realidad desde hace muchos años en el ámbito político, empresarial, y deportivo.
El béisbol lo popularizo a través de la película Moneyball. Basada en una historia verdadera, la película es un retrato de Billy Bean, entrenador de los Oakland Athletics que logro a partir de un presupuesto humilde y ningún jugador estrella, construir un equipo altamente competitivo. La evolución del Big Data en el deporte es clara, teniendo en cuenta que el beisbol por sus características de juego es menos dinámico y más fácil de analizar comparado con el futbol.
Alemania hizo uso del Big Data en los entrenamientos del mundial, ya que en partidos oficiales esta prohibido por la FIFA, a través de sensores colocados en los pies de los futbolistas, en su pecho, y en el balón de fútbol. El entrenador recibía los datos en una tableta e iba analizando los desempeños individuales de sus jugadores. En consecuencia, Joachim Löw, tomó decisiones que lograron reducir considerablemente la rapidez de los pases de su equipo.
La gigante alemana SAP, experta en diseño de sistemas de gestión empresarial, fue la responsable de diseñar el software Match Insights, utilizado por Alemania. Leonel Tarek, director comercial de SAP en argentina, declaraba para el periódico Clarín que en un partido de 90 minutos se pueden recoger hasta 60 millones de datos. Sin duda, no sólo es la recogida de datos el elemento crucial sino la gestión eficiente de esos datos.
Los datos están de moda. Prueba de ello son las palabras del CEO de WPP, uno de los mayores holdings publicitarios, Sir. Martin Sorrell: we are “Maths Men, not Mad Men”.
Esta semana se ha añadido un nuevo capítulo a la evolución de la tecnología aplicada a la gestión deportiva. El simulador Football Manager, largamente utilizado por la comunidad gamer, será usado por los clubs de fútbol para ayudarles en el fichaje de nuevos jugadores. Este servicio surge de la alianza de Sports Interactive y la empresa Prozone, dedicada al análisis del rendimiento deportivo.
Con “Prozone Recruiter” los clubs disponen de una potente herramienta de scouting a través del benchmarking y la comparación de más de 80.000 jugadores. A ello se le añade un servicio de consultoría para fichajes en el que expertos en data transforman la información en insights prácticos y accionables. El CEO de Prozone, Thomas Schmider, comentaba en recientes declaraciones a medios que los “exhaustivos datos técnicos y vídeos con excelente información biográfica, contractual y de demarcación, y su integración con los datos de Sports Interactive sitúa a Recruiter como la plataforma de gestión de materiales y reclutamiento disponible más completa”.