TÍTULO ORIGINAL Big Eyes
AÑO 2014 NACIONALIDAD USA
DIRECTOR Tim Burton
GUIÓN Scott Alexander, Larry Karaszewski
REPARTO Amy Adams, Christoph Waltz, Danny Huston, Jason Schwartzman, Krysten Ritter, Terence Stamp, Heather Doerksen, Emily Fonda, Jon Polito, Steven Wiig, Emily Bruhn, David Milchard, Elisabetta Fantone, Connie Jo Sechrist, James Saito
SINOPSIS Narra la historia de Margaret y Walter Keane. En los años 50 y 60 del siglo pasado, tuvieron un éxito enorme los cuadros que representaban niños de grandes ojos. La autora era Margaret, pero los firmaba Walter, su marido, porque, al parecer, él era muy hábil para el marketing.
Este fin de semana he podido ver Big Eyes. No es que me muriera por verla, porque sinceramente, no suelo apostar por Tim Burton. Pero contando en el reparto con Amy Adams y Christoph Waltz, había que darle una oportunidad. O dicho de otro modo, para una vez que una película de Tim Burton no está protagonizada por Johnny Depp y Helena Bonham Carter, había que darle una oportunidad.
No conocía a Margaret Keane hasta que en su momento vi el tráiler de la película. Sí conocía los dibujos, de algunas postales, pósters y algún libro de arte Pop, pero ‘sin acreditar’ en mi memoria.
Una vez vistos los diseños, resulta casi obligatorio que Burton la mencione, y no sólo eso, sino que le haya hecho una película. La influencia de Keane en la obra de Tim Burton es evidente. Sin embargo, por mucho homenaje que le haga, creo que Big eyes es la película más aburrida de Burton en toda su carrera.
Floja, evidente (no sabía nada de la historia, pero todo era muy previsible al medida que transcurrían los acontecimientos) y ñoña. Lo único remarcable es Amy Adams, porque Christoph Waltz está sobreactuadísimo; tanto es así que esperé hasta el final de los créditos a ver si salía el logotipo de Mediaset.
Sólo si eres muy fanático de Burton podrás aprovechar Big Eyes. O de Amy Adams.
Por cierto, si tenéis oportunidad, miradla en VO. Yo no lo hice, y me arrepiento… el doblaje al castellano ha asesinado a Christoph Waltz. Quizá sea lo que añade al personaje el ‘efecto Mediaset’.