Big Hero 6 es una estupenda película que gustará a grandes y pequeños. Ahí está uno de sus grandes aciertos: tiene un abanico de público objetivo muy, muy amplio. Y es que nadie se puede sentir excluido en esta trepidante aventura futurista que sólo interrumpe la diversión y el frikismo cuando tiene que tocar la fibra sensible. Su triunfo está, por un lado, en un guión modélico que, aunque previsible por momentos, sabe combinar entretenimiento y emoción. Y, por otro, por su buen diseño de personajes, en especial el del entrañable robot protagonista, Baymax, que apunta a clásico. Es prodigioso como sin apenas rasgos expresivos en la cara consigue transmitir emociones en todo momento. Flipante.
Amigos, Disney está que se sale.
Lo mejor: Baymax. Quiero uno.
Lo peor: hay un giro de guión que se huele de lejos.