Ayer, por fin, fui al cine a ver Big Hero 6, la nueva película de Disney, que ya es una tradición navideña. Le tenía muchas ganas, sobre todo porque me parecía muy original para ser una película de Disney y últimamente están sacando unas películas muy chulas y esta no ha sido diferente.
Hiro Hamada es un genio de la robótica de 13 años que se dedica a conseguir dinero en peleas ilegales de robots. Su hermano, Tadashi, le lleva a la universidad donde trabaja y le presenta a sus amigos genios para convencerle de que use su talento en algo más práctico. Para poder entrar a estudiar en la universidad, Hiro inventa los microbots y los presenta en una feria científica, consiguiendo una plaza en la universidad. Sin embargo, esa misma noche hay un incendio y, tratando de salvar a su profesor, Tadashi muere.
Días después, todavía deprimido por la muerte de su hermano, Hiro activa sin querer a Baymax, el robot en el que Tadashi estaba trabajando y cuya función es la de curar y cuidar. Baymax, entonces, descubre que el único microbot que le queda a Hiro quiere ir a algún lugar y, como éste irónicamente le dice que lo averigüe, así lo hace. Entonces, Hiro y Baymax descubren a un misterioso enmascarado que está usando a los microbots y deciden investigarlo porque Hiro cree que tiene que ver con la muerte de su hermano, lo que le llevará a fundar un curioso grupo de superhéroes.
Big Hero 6 es una película que fusiona ideas de los más dispares y que, encima, consigue que funcione a las mil maravillas. Así, tenemos una mezcla entre Disney y Marvel, pero también entre la amabilidad y la adorabilidad de las películas de dibujos con la oscuridad de otras historias más adultas.
Porque el tema central de Big Hero 6 es tanto la pérdida como la venganza. Hiro ha perdido a su hermano e intenta sobrellevarlo como puede y, una vez tiene claro que ha sido asesinado, lo que de verdad quiere es vengarse. Evidentemente, la película tiene su mensaje positivo, la idea de que la justicia es mejor que la ventana, pero me sorprendió mucho que en una película de Disney nos dieran a un protagonista como Hiro, que tiene una personalidad compleja y con un deje oscuro. Al principio, Hiro se dedica a estafar en peleas de robots ilegales para conseguir dinero, después se embarca en una misión para descubrir la verdad y vengar a su hermano, llegando incluso a cruzar ciertos límites que no esperaba ver en una película así.
Y si Hiro es un protagonista muy interesante, Baymax es lo más. Sé que ha sido una rima muy mala y no lo pretendía. Pero la cuestión es que Baymax es un robot adorable y muy, muy divertido. Su relación de amistad con Hiro es de lo mejor de la película y da escenas muy geniales. Además, es imposible no desear tener a tu propio Baymax para ti. En serio, yo quiero uno.
Junto a ellos, hay un curioso grupo de secundarios, los amigos de Tadashi, que tienen personalidades de lo más dispares, pero también muy curiosas. Los cuatro son unos frikis de cuidado, unos empollones (bueno, Fred no es esto último, pero da igual), que usan la ciencia para convertirse en superhéroes improvisados. No están tan desarrollados como Hiro y Baymax, pero aún así funcionan muy bien y todo el grupo encaja a la perfección. De hecho, tienen material de sobra para una secuela si se centran en ellos y les dan más trasfondo.
En lo que respecta al villano, no es tan carismático como otros de la factoría, pero sí que tiene una motivación distinta a lo habitual en Disney, lo que hace que Big Hero 6 sea aún más original... para ser una película Disney, me refiero.
Porque sí que es cierto que maneja varios tópicos del género de los superhéroes: la concepción del héroe por la pérdida, el dilema entre venganza y justicia, la amistad entre el chico y el robot (quien dice robot, dice dragón o alien o lo que sea), el malo se hace y no nace... Sin embargo, lo hace tan bien que da igual que recuerde a otras películas, que haya guiños al género (ese mayordomo estoico al más puro estilo Jarvis) y que el giro final sea terriblemente predecible (yo es que tras el de Frozen, me espero cualquier cosa, que ese me dejó muy loca).
Porque Big Hero 6 es muy entretenida, se pasa en un verbo y, además, maneja muy bien todos los géneros que toca, sobre todo el humor y la acción. Las escenas de acción son impresionantes, sobre todo esa persecución tan loca. Además, es que la ciudad que se inventan (San Fransokyo) es muy chula tanto visualmente como conceptualmente, me encanta esa mezcla de oriental y occidental, esa fusión de San Francisco y Tokyo (de nuevo, claro ejemplo de que es una película muy de fusiones locas).
Eso sí, lo que me chirrió mucho, pero mucho, es que en español decidieran no pronunciar las "h" de los nombres, así tenemos a Iro Amada en lugar de Hiro Hamada. Es que, encima, me imagino que sería un juego de palabras, como ya hicieron en Héroes, con Hiro-Hero, que se pronuncian igual.
Pero, vamos, que id a verla al cine porque merece mucho la pena.
Y sigo queriendo un Baymax para mí.