Bildu, la nueva rama política de ETA que absorbió el último hálito de vida que le quedaba a Eusko Alkartasuna, tiene ideólogos que se presentan como escritores, poetas, politólogos o editores.
Sin excepción, viven de las subvenciones o de las soldadas que les pagan los asustados administradores de las arcas públicas vascas y navarras.
El mayor intelectual de Bildu, que será ETA en Vitoria, es José Mari Esparza, director de la editorial abertzale Txalaparta y articulista en la publicación revolucionaria, mitad nazi y mitad bolchevique, www.kaosenlared.net.
Allí acaba de colocar un artículo, “Soy xenófobo”, ofreciendo paradojas para demostrar lo contrario: tengo suegra gallega, un vecino gitano y amo a todas las minorías.
Pero enseña la patita: advierte que desea ardientemente que se marchen del País Vasco, y “que no echaran raíces, los militares, guardiaciviles, maderos, secretas y guardaspaldas, gente extraña, de semblante, apellidos, procedencias y, sobre todo, intenciones, muy diferentes a las nuestras”.
Aquí están Esparza, Bildu y demás abertzales retratándose. No es el trabajo de cada cual lo que se rechazan, sino el “semblante, apellidos, procedencias” que molesta a su proyecto nazi mezclado con el socialismo real bolchevique.
El ideólogo del odio xenófobo antiespañol desconoce algo curioso, al menos: que la Real Academia Vasca, que cruzó los datos de 10.100 apellidos vascos con los de los otras CC.AA., encontró cuatro veces más personas con algún apellido vasco residiendo fuera de la llamada Euskalherria que las que viven en ella.
Pero recordemos que, aparte de esa sangre vasca entre tantos españoles, la rabia de los “intelectuales” e ideólogos de Bildu aúna apellidos, estalinismo, y la dependencia de ETA, organización terrorista nazi y comunista.
Pobres maketos defensores de estas gentes que son bombas andantes de su raza pura unidas al el bolchevismo.
Hitler y Stalin legalizados contra todos nosotros gracias al Tribunal Constitucional bajo mayoría nombrada por Zapatero.
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SALAS . Estas tiras son del fondo de armario del artista. Fueron creadas en otro contexto. El cronista las recoge para la situación presente.
Y las locuras que le pasan por la cabeza a alguna gente cuando reflexiona