La bilirrubina es uno de esos parámetros de laboratorio que todos alguna vez hemos escuchado. Sin embargo, aún así no todos terminan de entender sus implicaciones en nuestro organismo. Y es que existen múltiples escenarios donde una bilirrubina baja puede llegar a desencadenar todo tipo de consecuencias catastróficas para quien lo sufra.
Todo ello se debe, en gran parte, a las funciones que esta sustancia ejerce sobre ciertos procesos de nuestro cuerpo, las cuales no son nada despreciables. Si alguna vez sufriste por tener la bilirrubina baja, seguro que ya tienes una idea de lo que estamos hablando. Es por todo lo anterior dicho que hoy hemos decidido compartir contigo toda la información más relevante acerca de tener una bilirrubina baja.
¿Qué es la bilirrubina?
La bilirrubina viene siendo una sustancia o pigmento amarillento que, en esencia, se forma gracias a la degradación de la hemoglobina que, si recordamos un poco, es la proteína que transporta oxígeno a través de la sangre.
Esta sustancia la podemos hallar en la bilis, la cual a su vez se produce en el hígado a nivel de los hepatocitos, y de ahí es transportada a través de una serie de conductos hacia el duodeno, más precisamente en su segunda porción.
La bilirrubina posee un efecto antioxidante a nivel celular, el cual es un efecto fundamental en el proceso de digestión de los ácidos grasos. De modo que, la antigua creencia de que se trata de una sustancia de desecho que el hígado expulsa para purificarse, es totalmente errónea.
Así es como la bilirrubina, a grandes rasgos, interviene más que nada a nivel gastrointestinal, aunque las implicaciones de su disminución o su elevación tengan efectos a nivel sistémico.
Tipos de bilirrubina
Ahora bien, cuando hablamos de bilirrubina baja, lo hacemos de manera muy general. Pero la verdad es que existen, por decirlo de alguna manera, diversos tipos de bilirrubina.
Estos tipos de bilirrubina, más que por su composición, también se diferencian por su localización. En los estudios de laboratorio las podemos hallar como: bilirrubina indirecta, bilirrubina directa y bilirrubina total.
La bilirrubina indirecta es aquella que no se disuelve en agua hasta que llega al hígado. Esto permite que pueda ser expulsada con las secreciones. Este tipo de bilirrubina, cuando se ve afectada, es más que nada por factores externos al hígado, como puede ser el caso de algunos tipos de anemia.
La bilirrubina directa, por su parte, es aquella que se produce ya propiamente en el hígado a expensas de la indirecta. Esta es la que se va a acumular en la vesícula biliar y que, a su vez, se une a la bilis. Cualquier daño meramente hepático, alterará los valores de este parámetro.
Por último, tenemos la bilirrubina total, la cual no vendría siendo más que la suma de las dos anteriormente mencionadas.
¿Cuáles son los valores normales de bilirrubina?
Los valores normales de estos parámetros suelen variar de laboratorio en laboratorio. Sin embargo, uno de los rangos más aceptados son los siguientes:
- Bilirrubina indirecta: 0.2 a 1.2 mg/dl.
- Bilirrubina directa: 0 a 0.3 mg/dl.
- Bilirrubina total: 0.3 a 1.9 mg/dl.
¿Cuáles son las causas de una bilirrubina baja?
Existe una infinidad de causas que pueden ocasionar la aparición de una bilirrubina baja. Solo por mencionar algunas, tenemos:
- Uso de ciertos fármacos y suplementos: aplica en aquellos fármacos o suplementos vitamínicos que alteren la tasa metabólica del hígado, como es el caso de algunos calmantes, la penicilina, la cafeína o incluso la vitamina C.
- Enfermedades cardiovasculares: se ha demostrado que, en casos de enfermedad coronaria, uno de los primeros indicios de ello puede ser una bilirrubina baja.
- Trastorno afectivo estacional: este término se refiere a un tipo de depresión que se genera en ciertas épocas del año, sobre todo en el invierno.
- Aterosclerosis: viene siendo un tipo de afección vascular que limita o entorpece el paso de la sangre a través de las arterias debido a la formación de placas de ateroma en su interior, siendo estas formadas por depósitos de grasa.
- Hipertensión: se sabe bien que la bilirrubina ayuda, en parte, a disminuir algunos elementos que se hallan involucrado en la hipertensión arterial sistémica. Por ello, una bilirrubina baja disminuye el nivel de protección ante este tipo de afecciones.
¿Cuáles son los síntomas de una bilirrubina baja?
Aunque la bilirrubina es una sustancia fuertemente asociada con el hígado, su escasa presencia en el organismo puede llegar a ocasionar todo tipo de alteraciones a nivel sistémico. Entre los principales síntomas que podremos observar en un apersona con bilirrubina baja, tenemos:
- Depresión.
- Debilidad.
- Dolor de cabeza de fuerte intensidad.
- Pérdida del equilibrio.
- Adormecimiento de las extremidades.
- Dificultad para respirar.
- Angina de pecho estable.
- Mareos.
- Desmayos.
¿Cómo elevar los niveles de bilirrubina?
El tratamiento para lograr elevar los niveles de bilirrubina pasa por identificar, en primer lugar, cuál podría ser la causa de que sus valores estén disminuidos
Una vez identificada la causa del problema, lo primero sería atacar este factor que está originando la disminución de la bilirrubina.
Para ello debemos enfocarnos en cuál es el tipo de bilirrubina que está afectada. Si se trata de la indirecta, ya sabemos que el problema se encuentra fuera del hígado. Si la afectada es la directa, el origen de todo es, con total certeza, intrahepático.
En todo caso, la persona más indicada para establecer un tratamiento a seguir es un especialista médico.
En muchos casos, la existencia de valores de bilirrubina baja puede llegar a ser autolimitada. Es decir, que puede solucionarse por sí sola. En otros múltiples casos, es muy probable que se necesite el uso de ciertos medicamentos para tratar la causa de todo el problema.
Sea cual sea el caso, lo mejor que te podemos recomendar es que dejes esto en manos de un experto antes de comenzar con remedios caseros que, o pueden alargar la situación, o pueden incluso empeorarla.
Si recientemente te realizaste un perfil hepático y obtuviste valores de bilirrubina bajos, no dudes en acudir a un médico lo antes posible para así abordar tu situación.