El fiscal de distrito del condado de Montgomery, Kevin R. Steele, solicitó la revocación de la fianza de $ 1 millón del Sr. Cosby, sugiriendo que había sido condenado por un delito grave, era dueño de un avión y podía huir, lo que provocó un estallido de ira del Sr. Cosby, que gritó: ” no tiene un avión, imbécil “.
“Ya es suficiente”, dijo el juez O’Neill, quien dijo que no veía al Sr. Cosby como un riesgo de fuga y dijo que podría ser liberado bajo fianza, pero tendría que entregar su pasaporte y permanecer en su casa cercana.
En los últimos años, el Sr. Cosby, de 80 años, había admitido décadas de flirteo, y de dar quaaludes a mujeres como parte de un esfuerzo por tener relaciones sexuales, rompiendo la imagen que él había construido como una figura pública moralizadora y el paterfamilias en el salvaje la popular serie de televisión de los años ochenta y noventa “The Cosby Show”. No testificó en su defensa, evitando un interrogatorio sobre esas admisiones, pero él y sus abogados han insistido en que su encuentro con la Sra. Constand fue parte de un asunto consensuado, no un asalto.
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El veredicto ahora marca el final de una caída tan precipitada como cualquiera en la historia del espectáculo y deja en el limbo una gran parte de la cultura popular estadounidense de la carrera de seis décadas de Cosby como comediante y actor. En los últimos años, sus programas de televisión, películas y actuaciones de stand-up grabadas, de una sola transmisión, han sido ampliamente rechazados y, con la convicción, es probable que sigan siéndolo.
En su nuevo juicio en el mismo juzgado y ante el mismo juez que el verano pasado, un nuevo equipo de defensa argumentó sin éxito que la Sra. Constand, ahora de 45 años, era una “estafadora” desesperada con problemas financieros que trabajó constantemente su famosa pero solitaria marca de lucrativo día de pago.
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La fiscalía respondió que fue el Sr. Cosby quien había engañado, escondiéndose detrás de su imagen amable como el padre de los Estados Unidos para atacar a las mujeres que primero incapacitó con sustancias tóxicas. Durante los argumentos finales del martes, una fiscal especial, Kristen Gibbons Feden, le había dicho al jurado: “Ella no es la estafa”. Él es.”
El testigo estrella de la defensa era un asesor académico veterano en Temple, el alma mater del Sr. Cosby, quien dijo que la Sra. Constand le había confiado en 2004 que podía ganar dinero al afirmar falsamente que una persona prominente la había molestado. El Sr. Cosby le pagó a la Sra. Constand $ 3,38 millones en 2006 como parte del acuerdo financiero confidencial de una demanda que ella había presentado contra él después de que los fiscales se negaran originalmente a presentar cargos.
Continúa leyendo la historia principalPero la Sra. Constand dijo que nunca había hablado con el asesor y los fiscales refutaron la caracterización de la Sra. Constand como una intrigante. Tal vez lo más dañino para el Sr. Cosby fue que pudieron presentar testimonios de otras cinco mujeres que dijeron al jurado que creían que ellos también habían sido drogados y agredidos sexualmente por el Sr. Cosby en incidentes separados en la década de 1980. El poderoso ritmo de las cuentas permitió a los fiscales argumentar que el asalto de la Sra. Constand era parte de un patrón característico de comportamiento predatorio.
El caso fue la primera prueba de alto perfil de la era #MeToo. Durante la selección del jurado, se solicitó a los candidatos que proporcionaran garantías de que las acusaciones contra decenas de otros hombres famosos no afectarían su juicio sobre el Sr. Cosby. Los abogados del Sr. Cosby se refirieron a la atmósfera cambiante en la sociedad estadounidense, advirtiéndola y la presentación de las cuentas de muchos otros acusadores se arriesgó a negar al Sr. Cosby un juicio justo al distraer la atención de los miembros del jurado. “La regla de la mafia no es el debido proceso”, le dijo al jurado Kathleen Bliss, una de los abogados del Sr. Cosby.
Luego pasó gran parte de su argumento de cierre instando al jurado a descontar las cuentas de los cinco testigos de apoyo. Una era una estrella fallida que durmió, sugirió, otra que buscaba publicidad. “Cuestionar a un acusador no es avergonzar a una víctima”, le dijo al jurado.
Los comentarios irritaron a la Sra. Feden, la fiscal, quien calificó los ataques contra las mujeres del mismo tipo de crítica sucia y vergonzosa que impedía que algunas víctimas de agresión sexual se presentaran.
Cuando la Sra. Constand se presentó para testificar, ella tomó el estrado como una representación de las otras mujeres, más de 50, que han acusado al Sr. Cosby de abusos, a menudo con detalles notablemente similares a los de la Sra. Constand. Algunas de esas mujeres asistieron al ensayo.
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Ninguna de las otras acusaciones dio lugar a enjuiciamiento. En muchos casos, había pasado demasiado tiempo para que se consideraran los cargos penales, por lo que el caso de la Sra. Constand surgió como la única prueba criminal de la culpabilidad del Sr. Cosby.
Pero el Sr. Cosby está enfrentando acciones civiles de varios acusadores, muchos de los cuales lo están demandando por difamación porque, según dicen, él o su equipo los calificaron de mentirosos al rechazar sus acusaciones como falsificaciones.
Las demandas se han retrasado en su mayoría, a la espera del resultado del juicio penal y es probable que saquen impulso del veredicto de culpabilidad.
Continúa leyendo la historia principalEl caso giró en gran medida sobre la credibilidad de la Sra. Constand , quien testificó que en una visita a principios de 2004 a la casa del Sr. Cosby cerca de Filadelfia, cuando tenía 30 años y él tenía 66 años, el Sr. Cosby le dio pastillas que la dejaron inmóvil y a la deriva dentro y fuera de la conciencia. Dijo que solo le había dado a Benadryl.
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“Me despertaron un poco y sentí al Sr. Cosby en el sofá a mi lado, detrás de mí, y mi vagina estaba siendo penetrada con fuerza, y sentí que me tocaban el pecho”, dijo la Sra. Constand. “Estaba flojo, y no pude luchar contra él”.
Añadió peso a sus acusaciones la revelación de que una década antes, en una declaración en la demanda de la Sra. Constand en su contra, el Sr. Cosby había admitido haber otorgado a las mujeres quaaludes en un esfuerzo por tener sexo con ellas.
Pero quizás lo más dañino fue el testimonio de los cinco acusadores adicionales, que tomaron varios días de testimonio. En el primer juicio del Sr. Cosby, el verano pasado, solo a otro acusador se le permitió agregar su voz a la de la Sra. Constand. En el nuevo juicio, los acusadores incluyeron a la ex modelo Janice Dickinson, quien le dijo al jurado que el Sr. Cosby la agredió en una habitación de hotel en Lake Tahoe en 1982, después de darle una pastilla para ayudar con los cólicos menstruales. “Aquí estaba el papá de Estados Unidos encima de mí”, dijo a la corte, “un hombre felizmente casado con cinco hijos, encima de mí”.
La defensa sugirió en su contrainterrogatorio que la Sra. Dickinson había hecho la cuenta y señaló el hecho de que en sus memorias había contado la reunión sin hacer mención de un asalto. Pero el editor de la Sra. Dickinson declaró que ella le había contado la cuenta de violación y que solo se mantuvo fuera del libro por razones legales.
Otro acusador, Chelan Lasha, contó cómo el Sr. Cosby la invitó a su suite en el Las Vegas Hilton en 1986 cuando tenía 17 años para ayudarla con su carrera como modelo. El señor Cosby, dijo, le dio una pastilla y un licor, y luego la agredió.
En el tribunal, la Sra. Lasha, que a menudo lloraba, llamó a través del tribunal al animador, que estaba sentado a la mesa de la defensa.
“¿Recuerdas?”, Preguntó ella, “¿verdad, señor Cosby?”
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Al igual que en la primera prueba, el equipo legal del Sr. Cosby insistió en que la Sra. Constand estaba mintiendo sobre una relación sexual consensuada. Pero mientras sus abogados el verano pasado describieron al Sr. Cosby como un hombre imperfecto, un marido infiel que destrozó las ilusiones de sus fanáticos, pero no cometió ningún crimen, sus abogados esta vez se enfocaron en las dificultades financieras que dijeron que la Sra. Constand estaba experimentando que la llevaron para extorsionar a un hombre que había estado tratando de ayudarla con una carrera en la radiodifusión.
“Te preguntarás durante esta prueba, ‘¿Qué quiere ella de Bill Cosby?’ Y usted ya sabe la respuesta: “Dinero, dinero y mucho más dinero”, le dijo su abogado principal, Thomas A. Mesereau Jr., a los jurados cuando abrió su defensa del Sr. Cosby. “Ella tiene un historial de problemas financieros hasta que alcanza el premio gordo con Bill Cosby”.
Continúa leyendo la historia principalLa defensa enfatizó inconsistencias en la versión de los hechos que la Sra. Constand le había dado a la policía, diciendo, por ejemplo, que la agresión había tenido lugar en marzo de 2004, y luego la cambió en enero de 2004.
Los abogados del Sr. Cosby citaron sus registros telefónicos para mostrar que ella se había mantenido en contacto con él después del encuentro y produjeron detallados itinerarios de viaje y horarios de vuelo en un esfuerzo por demostrar que el Sr. Cosby no se quedó en su casa de Filadelfia durante el período que ella dijo el asalto ocurrió.
“Estaba solo y preocupado y cometió un terrible error al confiar en ella lo que estaba sucediendo en su vida”, dijo Mesereau.
En el interrogatorio cruzado, la Sra. Constand explicó los errores en sus cuentas como errores inocentes, y dijo que sus contactos con el Sr. Cosby después del incidente fueron en su mayoría superficiales, el resultado inevitable de sus deberes laborales.
El Sr. Steele le dijo al jurado que con las píldoras que le dio, el Sr. Cosby eliminó la capacidad de consentimiento de la Sra. Constand, y que sus contactos posteriores eran irrelevantes.
Cuando la madre de la Sra. Constand llamó para hablar con el Sr. Cosby aproximadamente un año después del incidente, la acusación argumentó que la disculpa del acusado y su oferta de pagar por su escolaridad, terapia y un viaje a Florida eran evidencia de que sabía que había hecho algo incorrecto.
El Sr. Steels, el fiscal del distrito, también trabajó para refutar las alegaciones de defensa. Dijo que el Sr. Cosby, miembro de la junta directiva de Temple University y ex alumno más famoso de la universidad, puso su mirada en la Sra. Constand, una empleada en el departamento de atletismo de la universidad que consideró al Sr. Cosby un mentor.
“Este caso se trata de confianza”, dijo Steele a los jurados. “Este caso se trata de traición, y esa traición conduce a un asalto sexual de una mujer llamada Andrea Constand”.
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https://www.nytimes.com/2018/04/26/arts/television/bill-cosby-guilty-retrial.html
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