...:La bioética, entendida como ética del cuidado, nos convoca a discernir los contornos humanos de las situaciones médicas. La dignidad del paciente, su libertad, su autonomía personal, deben ser preservadas.
Ello requiere recabar sus opiniones y las de su familia; considerar, en cualquier circunstancia, su condición humana, social y cultural. Este punto de vista requiere que los profesionales ejerciten habilidades cognitivas, afectivas, de sensibilidad y empatía que no están ni “en los libros” ni en los principios generales de la medicina o la psicología, sino en el compromiso diario con los pacientes y sus situaciones. La bioética jerarquiza la relación clínica, la emocionalidad como fuente de conocimiento y no como factor de sesgo. Este énfasis en los afectos surgidos de la subjetividad del profesional, como factor importante en las decisiones, es, en medicina, revolucionario.
El concepto de autonomía, inherente al terreno de la bioética, nos ha servido de orientación. Promover la autonomía en un niño con sida consiste en ayudarlo a que pueda tejer su propia historia, su propio testimonio de la vida, de la enfermedad y de la muerte. Es derecho del niño, y –creemos– deber del equipo profesional ofrecer canales de diálogo que faciliten el proceso psíquico del cual surgirán sus testimonios más genuinos.
Estos chicos, que contrajeron el VIH en un estado de máxima inermidad, antes de que cualquier sistema defensivo (inmunológico, psíquico) haya podido interponerse, padecen de una carencia de lo que podríamos llamar insumos básicos –vivencias, representaciones, emociones–, de modo que, a la hora de interesarse en entender aquello que ocurre en su cuerpo, se les hace más difícil encontrar los recursos para pensar y entender. Nos propusimos ayudarlos a crear ese material psíquico, en una decisión que tiene dos fundamentos, uno terapéutico y otro bioético"
Por Jorge A. Goldberg *
* Psicólogo. Sala de Pediatría del Hospital Muñiz. Texto extractado del trabajo “VIH pediátrico. El trabajo terapéutico y el enfoque bioético”.
http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-260693-2014-11-27.html