Nació una madrugada de mayo y no en abril por cuestión de horas. En Villarriba, porque en Villabajo no había hospital de maternidad. Se llamó Ricardo como su padre y como su abuelo. Se educó en un colegio de curas, simplemente por capricho de su abuela materna. Prefirió el fútbol porque no daba la talla para el baloncesto y el tenis, a su padre le parecía deporte de ricos y el karate, de muy brutos a su madre. Estudió geología porque no le llegó la nota para veterinaria. Le gustaron más las morenas, pero se casó con una rubia, con la que tuvo dos hijos. Pudo ser millonario si su boleto en vez de acabar en seis lo hubiese hecho en cinco. Y, pudo ser uno de los escritores más famosos de la historia pero prefirió guardar sus libros en el sótano de su casa, sin que nadie los leyera. Finalmente, aunque se salvó unas cuántas veces, murió de viejo.
Texto: David Moreno Sanz