Revista Cultura y Ocio

Biografía de X. Catherine Lacey

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Biografía de X. Catherine Lacey
     "El primer invierno desde su muerte parecía que todos los días, durante meses, fuesen húmedos y luminosos —siempre como si acabase de llover, aunque era incapaz de recordar la lluvia— y yo bajaba en tren a la ciudad un par de días a la semana, buscando (o esa impresión daba) un edificio en el que poder entrar y desde el que lanzarme, una tarea sobre la que nunca lograba determinar del todo si de verdad iba en serio, pues me parecía que la seriedad de cualquiera que buscase algo así no se veía hasta que llegaba el momento de despegar el cuerpo de la acera".

     Este libro me llamó la atención desde el primer momento. Hoy traigo a mi estantería virtual, Biografía de X.

     Conocemos a CM Lucca, viuda de X. Y X fue una artista conocida por sus relaciones  y colaboraciones que murió en 1996 sin que nadie tuviera claro su nombre real tras habérselo cambiado a X pero, como suele suceder, alguien decide publicar lo que cree es su historia. CM Lucca se enfada tanto que decide investigar en el pasado de X y ser ella misma quien cuente su historia.

     Hasta ahí todo correcto, solo que hay un detalle importante: nadie de los nombrados existió realmente. Todo aquí es ficción y la novela se desarrolla, como buena ucronía, en una línea del tiempo paralela de los Estados Unidos. Allí, en esta línea temporal, una mujer salió elegida presidenta en los 40, era socialista, y la historia desde ese momento cambia totalmente: el sur lleva una política totalmente opuesta al norte y el lector, gracias a la excusa de la biografía y a los datos y entrevistas recogidos, será el encargado de ir recogiendo esa historia. La novela, extraña a su manera, contextualiza cada paso de una forma tan extraordinaria que el lector tiene vista desenfocada; un poco como en esas fotografías que se hacen en modo retrato, pero justo al revés, es el fondo el que va tomando nitidez. Por si fuera poco, X es del sur, un lugar totalitario, y bajo su lupa la propia vida de X y su arte tienen un significado diferente. La ficción del libro avanza desde las primeras páginas para atrapar al lector y utiliza una técnica que rompe la narración para hacerla más real. La ambientación trasciende la palabra para ocupar el cómo se expresan y de ese modo convencernos de que estamos ante algún tipo de búsqueda anotada para dejar que aparezca sin que nos demos cuenta algún nombre que fue real junto a muchos otros que pudieron serlo. Y además parte de una premisa contraria a lo que hubiera podido ser verosímil: la viuda es quien busca la identidad de quien rompió con su pasado para destruirlo. Es ella quien quiere saber el nombre de su esposa y su historia real sabiendo que era lo que X evitaba a toda costa, pero la excusa de quitar la razón a terceros ha sido siempre válida para desautorizar al muerto y aquí es el verdadero motor de la novela.

     A medida que la novela avanza, al contrario que sucede con títulos como Daisy Jones, tienes claro que no te interesa demasiado X. No cierras el libro pensando: ojalá hubiera existido y ver su obra y lo que hizo. Porque la autora te ha enredado en su ficción y lo verdaderamente fascinante es el viaje, el lugar, la historia dentro de la historia. Ya da igual si es un estudio, si es una biografía, metaliteratura o no. En realidad, y eres consciente, lo que has leído es algo inclasificable. Pero ahí estás, y ves los momentos en los que la novela se curva para darnos ese mundo en el que las mujeres importan y mucho, sabes que es algo habitual y que está colocado ahí porque es una tendencia. Pero ya es tarde, ya te han arrasado todos los nombres, lugares y costumbres. Y solo tienes clara una cosa: X no te cae bien. Al menos a mi.

     Biografía de X es un libro extraño, incluso perturbador, cuya lectura se disfruta como una rareza: no por su belleza, por su originalidad.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.


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