Biografías falaces: Dr. David Tal-Vez Ayayero, de la Peruvian Social Security

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David Tal-Vez Ayayero (Biografía apócrifa del inepto subgerente del área clínico-quirúrgica, Instituto Cardiovascular de la Nación)
El Dr. David nació en el centro poblado de La Incompetencia, provincia de Arrastrados, en el valle de Chupa-Medias. Vivía en el número 999 de la calle Gálvez y, desde niño, era considerado por los vecinos todo un caballero. Esa caballerosidad le duraría muy poco, como manifiestan sus actuales jefes y trabajadores subordinados.
Ya desde la etapa escolar, David mostraba sus innatas cualidades como líder, cuando el director del colegio, su tío carnal Dr. Jamie U. Lhoa, lo nombró a dedo (característica que lo acompañaría toda su vida administrativa) delegado de aula. Su función sería la de "soplar" los nombres de alumnos problemáticos, o sea los muchachos que protestaran por mala calidad de la enseñanza, pobre contenido nutritivo de los alimentos o presencia de profesores incompetentes y mañosos.

El doctor David, muy pensativo, cuando aún era flaco

Pasaron los años y David se hizo médico cardiólogo del Instituto.
Con la inauguración de la nueva sede, la gestión del aquel entonces director Dr. Jamie U. Loa (su tío, no lo olvidemos) necesitaba un subgerente que se ocupara de las áreas de cardiología y cirugía cardíaca. El Dr. David fue propuesto para el cargo a la junta administrativa.
-Pero Dr. Lhoa- protestó la junta. El Dr. David, según sus antecedentes, va a tratar de mala manera a los valiosos profesionales que dan prestigio al Instituto.
-Justo eso es lo que quiero- replicó el director Jamie. Porque si los trata de buena manera vamos a tener que pagarles a tiempo y completas las bonificaciones, a gastar innecesariamente en brindarles buena alimentación y a respetar en todo momento sus derechos de ley. Así que hoy mismo me lo colocan en la subgerencia a David, ¡carajo!
Por su mala labor, el Dr. Lhoa y los miembros prominentes de su gestión, fueron censurado por el Cuerpo Médico del Instituto, entidad que alberga a dignos, valiosos y capaces profesionales, que en ningún momento permitió abusos ni atropellos.

Dr. Frankie B., modesto y sencillo director del Instituto, patrocinador y cómplice de las pelotudeces de David

Tal situación motivó, en una actitud muy elogiable, la renuncia de Jamie y de todos sus subgerentes, con la excepción -claro está- del Dr. David, quien se arrimó a la gestión del nuevo director, Dr. Frankie B.
Inexplicablemente el Dr. Frankie B. permitió que David continúe de subgerente en su junta directiva. Cuando nos enteramos que Frankie estudió administración en la misma escuela que Jamie, el hecho inexplicable se tornó en explicable.
-David, es mandatorio que renuncies a la actual subgerencia- le aconsejaban algunos amigos. No olvides que fuiste censurado por el Cuerpo Médico y, por una cuestión de dignidad, no puedes seguir en el puesto.
-¡Están bien cojudos!- respondió David. Con dignidad no se tiene auto del año ni departamento en Miami Beach ni se aparece en los periódicos de farándula.
Así que hasta el día hoy tenemos al buen David realizando una "magnífica" subgerencia permitiendo que sean maltratados médicos que no cuentan con su simpatía, manteniendo en el Instituto a incapaces como "cirujanos" incapaces de operar cirugía de arterias coronarias e "intensivistas" inútiles al intubar a un paciente crítico, entre otras aberraciones.

Ex director Dr. Jamie U. Lhoa, de vacaciones en el Caribe, con esas modestia y sencillez endémicas entre las altas autoridades del Instituto

Y no crea, estimado visitante, que este post se trata de una tonta disputa entre dos médicos de un hospital. De ninguna manera. Tiene que ver con ineptas autoridades hospitalarias que vulneran los derechos del médico, creando en éste un enorme malestar que, inevitablemente, va a influir negativamente en su capacidad para brindar una óptima atención al paciente.
Es un asunto muy delicado. En próximos posts lo demostraremos.