Existe una sensibilidad creciente hacia los problemas éticos que plantea nuestra relación con otros seres vivos y en especial con los animales no humanos. Esta nueva visión de las relaciones hombre-animal está alimentada en buena medida por un mayor conocimiento de la biología de las especies implicadas. Los estudios del comportamiento, de las capacidades cognitivas y del sistema nervioso de los animales han puesto de manifiesto una continuidad evolutiva entre el hombre y los restantes animales mucho mayor de lo que sugería la concepción tradicional dominante en nuestra cultura. Una concepción basada en la creencia de la discontinuidad radical, incluso la contraposición, entre el ser humano y el resto de los animales [...] Las tradiciones cambian, y prácticas consideradas aceptables hace apenas unos pocos años actualmente son ilegales o se consideran éticamente inaceptables. Hay innumerables ejemplos de estos cambios en todas las sociedades, incluyendo la española. Ya fuera de consideraciones científicas, la sociedad debería reflexionar sobre si un espectáculo en el que la violencia en vivo forma parte sustancial, por más que haya otros elementos, es un bien cultural a preservar y transmitir a las futuras generaciones. Existe en todo caso una obligación de coherencia que afecta a las instituciones de la sociedad española, y señaladamente a las universidades [...] El maltrato a los animales está reñido con los valores de respeto y admiración por la naturaleza que intentamos transmitir a nuestros estudiantes [...] Por ello, la Facultat de Ciències Biològiques de la Universitat de València manifiesta su posición en contra de las corridas de toros y de otros espectáculos en que se practica el maltrato a los animales y a su consideración como “Bien de interés cultural”, y llama a la Universitat de València y otras Facultades de Biológicas y Veterinaria de toda España a hacer suya esta posición.Universitat de València. (Vía).
Revista Opinión
Ya era hora de declararlo formalmente: