Estamos en la edad de oro de los superhéroes, al menos hablando de cine. Hoy en día la gran mayoría de los blockbusters exitosos surgen precisamente con tipos musculosos, vestidos con trajes ridículos y con poderes que todo el mundo deseaba tener de niño (y que algunos aun desearían tener siendo adultos); hay una gran expectación entre el público con esta clase de entregas: llenan salas (incluso semanas antes de su estreno), generan millones en mercancías, provocan el delirio de fans cuando aparecen en público. Simplemente son películas que hoy tiene convertidos a los protagonistas de ellas en las grandes estrellas del momento.
Pero, ¿qué sucede cuando toda esa popularidad te termina acabando? ¿Qué sucede cuando el protagonista trata de salir adelante en su carrera y la gente, para bien o para mal, no lo deja de relacionar con el personaje? ¿hay vida después de una “super” carrera? Estas son solo algunas preguntas que el nuevo filme de Alejandro González Iñarritu nos propone responder. Y no me equivoco al decir que estamos ante una película con varios premios ya asegurados el próximo año, ya que simplemente se trata de una obra magistral.
Ciertamente, no es un secreto muy grande saber que sucede con estas personas al momento de abandonar una franquicia: o encuentran alguna nueva que los ayude a mantenerse vigente entre el público, o quedan encasillados y se pierden sus carreras. Y ese el caso de Riggan Thomson (Michael Keaton), una viaje estrella de Hollywood que, años después de abandonar la supermillonaria franquicia “Birdman”, trata de demostrarle a todo el mundo que es algo más que una estrella del momento al tratar de llevar a Broadway una obra que escribe, dirige y protagoniza, con ayuda de su amigo y productor Jake (Zack Galifianakis). El problema para Riggan es que la gente aún no deja de verlo como el personaje que alguna vez fue y, peor aún, la crítica sigue encima de él pensando que no podría lidiar con este asunto. Para colmo de males una pequeña parte de el insiste en continuar su búsqueda por ser de nuevo el héroe que lo dio a conocer.
El primer gran punto a favor de esta película radica en las actuaciones: simplemente fantásticas, empezando por un sublime Michael Keaton, quien verdaderamente se luce interpretando a Riggan, uno puede sentir pena por el personaje, que simplemente trata de mostrarse ante todos como un actor de verdad, y no uno del momento (¿otro “Oscar” para un “Batman”?). Edward Norton, como el problemático actor Mike Shiner, también se ve que goza de su papel, ya que despliega una enorme arrogancia que sería digno de odiarlo, pero al mismo tiempo uno termina simpatizando con el personaje. Zack Galifianakis también demuestra una gran capacidad actoral con su personaje de Jake, lo que me da gusto, ya que solo lo tenía relacionado con películas tipo comedia como “¿Qué paso ayer?”. Y las demás actuaciones, cortas pero solidas (Emma Stone, Naomi Watts, Andrea Riseborough), lo suficiente para tener una gran película.
La dirección de González Iñarritu es otro punto a favor ya que, apoyado por Emmanuel Lubezki, nos encontramos con una película que pareciera hecha en una sola toma: seguimos a los personajes a todos los lugares a donde se dirigen, mientras discuten o analizan sus problemas, para de repente cambiar el seguimiento a otro personaje.
La música, producida por Antonio Sánchez, es otro gran punto a favor de la película. Los momentos que parecieran de días normales; las melodías en momentos de tristeza, o incluso la música “super” heroica ayudan a que uno capte el momento en el que se encuentran.
Y el punto final queda con el libreto, escrito por el propio Alejandro, con ayuda de Nicolas Giacobone, Alexander Dinelaris JR. y Armando Bo. Ellos eligen muy bien cuál es el punto que debe interesar, el de Riggan, y si bien hay vemos algunos momentos de los otros personajes, es siempre Riggan en quien debemos interesarnos. Esta gente lo capto bien y lo plasmo de gran forma.
Y no hay más que yo pueda decir, simplemente estamos ante una gran película que, creo yo, estará llevándose algunas estatuillas el próximo año, y que hará que algunos nos interesemos más en los futuros proyectos de estas personas.
PD. Como alguien que le gusta ver películas de superhéroes, fue una gran gozada tener juntos a “Batman”, “Hulk” y “Gwen Stacy” en una película que parodia este género.