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Birdman o...

Publicado el 13 enero 2015 por Pinguirina


Si el 2014 fue el año de Alfonso Cuarón, este 2015 también va ser el año de un director de cine mexicano, en este caso, Alejandro González Iñárritu. Y lo digo cuando acaba de empezar el reparto de los premios de cine más conocidos sin ningún miedo a quedar desautorizada por el resultado de los mismos porque, lo que nadie puede negar, es que Birdman es la película del momento.
Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)  (Alejandro González Iñárritu, 2014)
Riggan Thomson (Michael Keaton) es un actor que conoció tiempos mejores gracias a su interpretación de un conocido superhéroe, Birdman. Ahora, dispuesto a reconducir su carrera, ha decidido estrenar una obra de teatro en Broadway pero los problemas se acumularán en los días previos a su estreno.

Birdman es una comedia ácida en la que lo primero que nos llama la atención es que podría basarse en la vida de su actor protagonista, Michael Keaton. Igual que su personaje en la película, Keaton dejó de estar en lo más alto hace mucho tiempo y, además, su fama vino, en gran parte, por dar vida a un superhéroe, Batman. Riggan busca demostrar que él es algo más que Birdman y por eso se mete en un proyecto tan complejo como es esa obra de teatro y eso es lo mismo que pasa con Michael Keaton, Birdmanes un proyecto muy complejo y con el va a acabar demostrando que él es mucho más que Batman o Bitelchus.
Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)  (Alejandro González Iñárritu, 2014)
Y es que, queridos míos, Birdman es una auténtica maravilla de película pero lo de Michael Keaton no tiene nombre. Hacía mucho que no veía un recital interpretativo tan real y tan completo como el que nos da Michael Keaton en esta película. Es más, a falta de ver La Teoría del Todo, creo que ésta es la interpretación masculina del año. Riggan Thomson es un personaje muy complejo que a lo largo del metraje tiene constantes altibajos. Sin embargo, Michael Keaton es capaz de adaptarse a todos esos cambios a la perfección y eso que la tarea no era fácil porque el personaje es en algunos momentos tan excesivo, que, en manos de cualquier actor menos dotado, hubiera acabado resultando ridículo. Otro detalle que no debemos olvidar es que, a lo largo de la película Riggan Thomson pasa por varios momentos algo humillantes pero sobre todo, muy incómodos. Y lo son para el personaje pero también podrían serlo para el actor porque ya sabemos todos que las estrellas de Hollywood son muy reacias a mostrarse en público sin maquillar o enseñando ese michelín que la inmensa mayoría de los mortales tenemos y a Michael Keaton vamos a verlo con total naturalidad (sin peluquín, medio desnudo) en varios momentos de la película. Hay que ser muy grande y, sobre todo, tener mucho sentido del humor, para mostrar en pantalla lo que muestra Michael Keaton, principalmente, porque en un mundo tan frívolo como el que rodea a la fama, demostrar que no te ajustas a los cánones de perfección imperantes, no es muy habitual. Y no es que Michael Keaton muestre algo "raro", simplemente no tiene el más mínimo problema en enseñar, con toda la naturalidad del mundo, el paso del tiempo por su cuerpo. Otros lo ocultan o lo niegan, él lo muestra y además se ríe de ello.
El sentido del humor es muy importante en Birdman y creo que esa fue una de las claves para darle el papel de Riggan Thomson a Michael Keaton, quien en los 80 ya nos demostró que tenía un sentido del humor de lo más irónico. De hecho, ese sentido del humor irónico ha sido siempre una de las cualidades más alabadas de su Batman y sin la ironía, sería imposible entender Birdman. Birdman, en esencia, es una crítica demoledora al mundo del espectáculo, a la fama y, sobre todo a sus repercusiones. No creo que sea la única que vea ciertos paralelismos entre esta película y la maravillosa El Crepúsculo de los Dioses (Billy Wilder, 1950) ya que ambas comparten un espíritu crítico muy similar y ponen el foco sobre una estrella del cine que en su día tuvo el favor de público y que, con el paso del tiempo, fue perdiéndolo. Evidentemente el tratamiento es distinto pero, sobre todo, en lo que difieren estas dos grandes películas es en la manera en que el protagonista de cada una de ellas lo afronta.
Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)  (Alejandro González Iñárritu, 2014)
Seguro que ya os habréis dado cuenta de que aún no he hecho ninguna alusión al aspecto más técnico de la película. Lo he hecho deliberadamente, porque quería dejar cerrado el tema interpretativo antes de hacerlo y eso no puedo hacerlo sin decir que aun siendo Michael Keaton el máximo referente de esta película, el resto de actores no le van a la zaga, sobre todo Edward Norton, con el que comparte un par de escenas en las que disfrutaréis de un duelo actoral de altura. Naomi Watts o Emma Stone también hacen un buen trabajo pero sus intervenciones son más pequeñas y quedan, en cierto modo, eclipsadas por sus dos compañeros de reparto. A pesar de eso, hay un par de escenas entre Emma Stone y Michael Keaton que son para enmarcar y nos confirman que ella es una actriz a la que hay que seguirle la pista. A tener en cuenta, también, el papel de Zach Galifianakis, corto pero de los más divertidos de la película.
Aspecto técnico. Cómo ya sabéis, Birdman está rodada en un falso plano secuencia. Supongo que sabréis todos la complejidad que tiene rodar un plano secuencia, así que, imaginad lo que puede ser rodar toda la película de esa manera. Personalmente, me parecen fascinantes cada uno de los movimientos de cámara dentro del teatro, me quedé impactada con como la cámara sigue a un personaje hasta que en un momento determinado, aparece otro en escena y empieza a seguirlo a él o ella porque al final, lo que consigue Iñárritu es que la cámara (y con ella, nosotros) acabe siendo otro personaje más. Creo que esta manera de rodar, además de la citada complejidad técnica, le da una fluidez enorme a la película. Y fluidez también le da, y mucha, la banda sonora de Antonio Sánchez, una partitura puesta al servicio del dinamismo que impera en Birdman. Es una pena que no haya tenido premio en los Globos de Oro y que no haya sido seleccionada para los Óscars porque no es enteramente original (hay piezas clásicas) y supera el mínimo requerido porque, además de adaptarse perfectamente a la película, es de esas bandas sonoras que hablan por sí solas. 
Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)  (Alejandro González Iñárritu, 2014)
Sería absurdo decir que os recomiendo esta película porque cualquiera que haya leído la crítica lo habrá supuesto así que sólo os digo que tenéis que verla porque es de esas películas que renuevan tu amor por el cine. Así da gusto empezar el 2015.


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