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Como una estrella de rock, en inglés y ante un público extranjero interesado en criptomonedas, el presidente Bukele anunció la creación de una Ciudad Bitcoin, que suscita tantas expectativas como críticas.
Hace ya un tiempo que El Salvador viene apostando a acciones que fomentan el desarrollo del mercado bitcoin en tanto canal de inversión retornable a mediano plazo que podría posicionarlo como centro financiero global. Así lo demostró cuando se convirtió en el primer país en autorizar el bitcoin como moneda de uso local. Y, ahora, con el propio presidente salvadoreño Nayib Bukele anunciando con bombos y platillos la intención de crear la primera ciudad bitcoin del mundo.
Hace unos cinco meses, el país adoptó el Bitcoin como moneda de curso legal, hito histórico en la evolución de las criptomonedas, siendo la primera instancia en adquirir tal reconocimiento. El Salvador, que no contaba con moneda propia y utilizaba el dolar estadounidense, ha apostado por el Bitcoin hasta niveles insospechados. El país centroamericano quiere ahora construir la primera ‘Bitcoin City’, una ciudad financiada por bonos de la criptomoneda.
El plan de Bukele (quien antes de incursionar en política fue empresario y publicista) para combatir el gran déficit presupuestario de la región es convertir a El Salvador en algo así como el gurú del bitcoin: bitcoin como moneda legal, ciudad bitcoin, bonos respaldados en bitcoin, dinero público invertido en bitcoin y más.
Para iniciarse en este camino, el joven presidente tuvo que aprobar una Ley Bitcoin para que respaldara la criptodivisa. En la práctica esto significa que todo agente económico debe aceptar esta moneda como forma de pago y, al convivir junto con el dólar, se puede convertir automáticamente una divisa en otra mediante billeteras electrónicas.
Sin embargo, grandes entidades financieras como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han cuestionado la viabilidad de los criptoactivos como medio de intercambio generalizado entre la población, haciendo referencia a grandes riesgos asociados con el uso de bitcoin en la estabilidad e integridad económica y la protección del consumidor. También la agencia calificadora de riesgo Fitch alertó sobre el peligro de infringir leyes contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.
Pero, a pesar de todo, Bukele parece haber convertido la criptomoneda en una marca personal y va por más. Con la excusa de atraer inversión financiera, impulsar el consumo e incentivar las remesas procedentes del exterior, anunció la puesta en marcha de una ciudad bitcoin para este 2022.
¡El Salvador será el primer país del mundo en tener una #BitcoinCity!
Estará entre la ciudad de La Unión y Conchagua. Las personas podrán vivir en La Unión pero trabajar en la #BitcoinCity. Pronto empezarán a ver todos los beneficios, cuando el desarrollo y la inversión llegue. pic.twitter.com/21bx7Yc5aJ— Casa Presidencial
(@PresidenciaSV) November 21, 2021
Bitcoin City estará financiada por bonos de criptomonedas y tendrá grandes beneficios fiscales. Su ubicación no es para nada casual, ya que, atendiendo el problema de consumo poco eficiente que se le atribuye al minado de bitcoins, se enclava estratégicamente sobre el volcán Conchagua para que de allí obtenga energía geotérmica.
Vale un paréntesis el proceso de minar criptomonedas y el consumo incesante de energía por parte de los servidores, que alcanzan cerca de 121 teravatios-hora de electricidad al año, récord que supera a una larga lista de países. La novedad en esta área está dada por el proyecto de South American Miners, liderada por dos investigadores argentinos que desarrollaron un sistema innovador para mejorar la potencia de los equipos.
El modelo es uno de inversión a través de granjas de minería de bitcoin bajo refrigeración líquida. Con este sistema los ordenadores trabajan mejor, a menor temperatura, no hacen ruido y la potencia de minado aumenta en gran porcentaje. Esto permite que se puedan instalar en cualquier tipo de vivienda, con una simple visita técnica a priori que verifique si las instalaciones eléctricas soportan el consumo de equipos. La inversión aproximada es de 15.000 dólares.
En la utopía de Bukele, Bitcoin City tendrá forma de moneda y contará con áreas residenciales, sectores sociales, áreas verdes, locales comerciales, transporte sostenible y hasta su propio aeropuerto. El desarrollo de esta ciudad tiene el apoyo de destacadas empresas del rubro como Bitfinex y Blockstream, estimándose un costo de infraestructura de alrededor de 300.000 bitcoins, que equivalen a más de 15.000 millones de euros.
El lugar estará libre de impuestos sobre la renta, las ganancias de capital y las tasas municipales. El único tributo sería el IVA, que se destinaría a la financiación de los bonos emitidos para la construcción y a servicios públicos como recolección de basura.
Para la puesta en marcha de este proyecto El Salvador planea emitir 1.000 millones de dólares en bonos tokenizados a 10 años con intereses del 6.5% y abonados a través de la tecnología blockchain. El 50% de esos ingresos lo destinará a la compra de BTC y a dar dividendos, mientras que la otra mitad se invertirá en infraestructura energética y minería de bitcoins. Además, para hacer posible esta ciudad, el país deberá aprobar una ley de valores en la que ya está trabajando y la primera licencia para operar los intercambios.
Diseñado por la firma Fernando Romero Enterprise – Fr·ee, el ambicioso desarrollo con forma circular contempla espacios para empresas tecnológicas vinculadas a las criptomonedas, zonas residenciales, un aeropuerto y un puerto marítimo.
La necesidad de refugiarse frente a la inestabilidad externa es lo que ha obligado a El Salvador a abrirse a nuevas estructuras financieras como el bitcoin. El primer antecedente de este vínculo fue con el proyecto Bitcoin Beach, en la localidad de El Zonte, un espacio donde más de 500 personas utilizan las criptomonedas a diario. Allí también se suceden distintos programas que incluyen cursos gratuitos y proyectos sociales financiados con donaciones en bitcoin.
Luego, con la adopción generalizada de esta moneda, el gobierno salvadoreño ha estado reinvirtiendo las ganancias en varios proyectos de desarrollo de infraestructuras. El excedente obtenido de la cuenta de fideicomiso bitcoin del Estado, por ejemplo, se utilizará en la construcción de 20 nuevas escuelas públicas.
Fuente: BBC / Forbes Argentina / El Economista / El Confidencial, AV, BTC, DW, La Vanguardia.
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