Desde que surgió el proyecto de Bitcoin, siempre se ha presentado como la moneda virtual de internet, sobretodo en los medios de prensa tradicionales. Una divisa que pretende “jubilar” al resto de monedas fiduciarias del mundo y que llegará a ser la moneda de todos. Si bien los datos muestran que año tras año, su uso crece a un ritmo de vértigo, no todo es lo que parece. ¡Y ojo! No estoy negando su indudable crecimiento en términos de adopción y uso, sino en que tipo de uso…
Voy a tratar de explicarme mejor, esta gráfica muestra como aumentan las transacciones en Bitcoins desde su creación. Sin embargo, aquí se incluyen las transacciones de compra y venta de bitcoin en divisa real, movimientos de monederos de un mismo usuario, faucets y otros juegos, y compras de bienes mediante bitcoin. Es en este último uso donde uno debe centrarse para poder considerar el futuro de esta criptodivisa como moneda, o como yo creo, “oro virtual”.
Coindesk.com
¿Cuántas personas usan realmente bitcoin para comprar bienes? Más bien dicho, ¿quién se atreve a usar bitcoins para comprar bienes en estos momentos?
Desde que alguien usara 10.000 BTC por primera vez para comprar, en concreto, la pizza más cara del mundo, los usuarios son cada vez más reticentes de deshacerse de sus monedas. El precio de bitcoin no para de crecer, y los sucesos que ocurren diariamente en nuestra sociedad no muestra que esa dinámica vaya a cambiar (Brexit, Trump, referéndum italiano, restricciones en monetarias en India, Grecia, Chipre, Australia, China, España, Venezuela…). Por consiguiente, si su valor todavía está muy lejos de tocar techo (si lo hay), no tendría sentido gastar bitcoins en bienes, porqué a medida que pasa el tiempo, bitcoin se revaloriza y “tus compras” no. Ejemplo básico: por el precio de una camiseta en enero de 2016, en diciembre de este año podría comprar 4.
Una encuesta personal realizada a diferentes usuarios de bitcoin, muestra que menos del 40% ha usado alguna vez esta divisa para adquirir bienes, y si excluimos a aquellos que los han usado para comprar bienes relacionados con el bitcoin, como equipos de minería, el porcentaje se reduce a la mitad. Un dato muy relevante de cara a predecir el futuro papel de este protocolo en la sociedad. Es por ese motivo, que mis previsiones se enfocan en el bitcoin como un sustituto virtual del oro, un refugio (mucho más estable a largo plazo) en el que confiar tus ahorros en cualquier situación de inestabilidad política o financiera. Aunque su función inicial pasara por el de divisa virtual descentralizada, de una manera indirecta y también causada por la aparición de cientos de otras divisas con características más o menos parecidas, la comunidad bitcoin ha acabado dándole un uso diferente.
Todavía me queda por saber, cual del resto de altcoins será verdaderamente la moneda de uso global. ¿Existe ya o está todavía esperando ser creada?