Su presentación se basó en unos comentarios grotescos -entre lo serio y lo cómico- pero que seguro no dejaron indiferentes al público femenino de la sala. Además, se despidió ofreciéndonos cobrarnos el precio de la entrada con su productor Emanuele Moretti, si no nos gustaba la película.
Toda esa alegoría verbal, no entendí muy bien la finalidad, si fue con la intención de llamar la atención entre un bajo sector del público y estuvieran atentos a su película, o es que iba algo ‘achispado’ después de la cena.
La cuestión es que la historia de Michael Cowan (Iron Sky) y escrita por el propio Sciamma, se ve influenciada por Abierto hasta el amanecer y The House on Haunted Hill.
Seis criminales tienen un plan sencillo: entrar en una mansión aislada, secuestrar a su joven propietaria y cobrar un cuantioso rescate. Pero una vez dentro, la casa se revela una fortaleza inexpugnable, y su rehén resulta ser una vampiresa mortífera, dispuesta a lo que sea para perpetuar la estirpe de los chupasangre.
Premisa interesante
Su básica y vacua premisa se desarrolla con fuerza, incluso, tiene algún contraste visual fuera de lo común, que nos dejará flipando. Más por su integración en la historia, que por su aparente lógica. Es para cogerla con pinzas.Sin embargo, a medida que avanza la película, va perdiendo enteros, el aura de misterio -algo predecible, todo sea dicho- que rodea a la víctima de los secuestradores, se empieza a desinflar como un globo, cayendo en el aburrimiento en la segunda mitad del film.
Dirección de actores fallida
Las interpretaciones son lo que son, Costas Mandylor (Saw V) y Gianni Capaldi (Emboscada), ambos son los que destacan por encima del resto del grupo, denotan una falta de credibilidad en sus papeles. Y la puesta en escena, tampoco ayuda.Elena Mirela que debuta en el papel de víctima, nos brinda cierta sensualidad, y una violación muy cachonda, pero junto a sus compañeros, la falta de credibilidad está presente. Y todo apunta, a una mala dirección de actores.
Incluso, la breve aparición de Vinnie Jones, que alzó algunos aplausos entre el público- no aumenta la calidad conjunto. Pero eso, no es un impedimento para juzgarla, la película prometía carnaza y diversión, no reflexión poética. Hasta cierto punto, cumple con la primera condición, pero se queda en un quiero y no puedo. La sensación final que nos deja, es muy incompleta.
Falta de equilibrio
Los efectos especiales se hallan entre lo correcto y lo solvente para una película de serie B, su categoría. Las caracterizaciones del aspecto real del vampiro son bastante acertadas en la tonalidad artística que desprende el film. Pero ahí, es donde comete un fallo, la mayor parte se desarrolla en clave de comedia, y en su desenlace se le imprime un toque de terror que no encaja en un equilibrio entre la comedia y el terror, que ha estado ausente durante el resto del film.Como espectadores, sabemos que tipo de producto vamos a ver y de qué calidad goza el producto. Pero eso no la exime ni disculpa ante sus ausencias y falta de talento. Dentro de su categoría, la película termina siendo un fiasco más que prescindible, muy a pesar de un par de secuencias notables. Y es una lastima, que con una premisa tan prometedora, no haya sido provechosa.