Seguimos con nuestros queridos vampiros, y debo reconocer que me dejé en la primera parte Vampyr, la bruja vampiro, de Carl Theodor Dreyer, de 1932.
En esta película Dreyer nos presenta a un joven viajero, Allan Gray, que se aloja en un extraño castillo, cuya atmósfera densa y enrarecida recuerda la de las pesadillas. El joven comienza a tener espeluznantes visiones, de las cuales la más terrible es el descubrimiento de una mujer inconsciente que ha sido atacada por un vampiro en forma de bruja.
De ahí retomamos el final de la década de los 70 con el Drácula de John Badham, de 1979, que plasma el mito del vampiro más famoso sin más artificios, aunque sí fue una versión bastante edulcorada. La cinta estaba protagonizada por Frank Langella y Laurence Olivier.
En ese mismo año también tenemos Sed (Thirst), un film de Rod Hardy en la que una sociedad secreta se propone convertir a la protagonista en una vampiresa mediante técnicas de lavado de cerebro.
No hay que confundirla con Thirst de Park Chan-wook, que es del 2009.
Y sin comerlo ni beberlo, llegamos a 1983, año en el que descubrimos El ansia, del director Tony Scott y con Catherine Deneuve, David Bowie, Susan Sarandon, Cliff De Young y Willem Dafoe en el reparto, entre otros.
Aquí tenemos como protagonista a una vampiresa, Miriam, que aparte de coleccionar arte también colecciona amantes y almas. Es una mujer moderna que vive en pleno Manhattan. Aunque sólo sea por ver la juventud de los actores, ya merecería la pena.
En 1985 nos topamos con Mordiscos Peligrosos, de Howard Storm, pero posiblemente lo más sorprendente es uno de sus protagonistas: Jim Carrey.
Aquí también tenemos a una mujer vampiro como personaje principal, seductora y atractiva, la única pega con la que convive en su masión y atendida por su criado Sebastián es que para mantenerse joven tiene que alimentarse de chicos jóvenes y vírgenes. Todo un reto.
De 1985 es Noche de miedo, cinta de la que se hizo un remake este pasado 2011. Pero la del 85 está dirigida por Tom Holland y protagonizada por Chris Sarandon, William Ragsdale, Amanda Bearse, Roddy McDowall y Stephen Geoffreys.
Charley Brewster es el típico adolescente americano. Su madre cree que ve demasiadas películas de terror. La vida de Charley es muy tranquila, hasta que se convence que su vecino, Jerry Dandridge, es un vampiro. Nadie, y menos aún la policía, está dispuesto a creer que Dandridge es responsable de un montón de extraños asesinatos. Charley encuentra un aliado, Peter Vincent, un antiguo actor de películas y presentador de programas de terror en la televisión. Peter intentará salvar a Charley y a su amada de los mortales colmillos de Jerry.
Otra de las mezclas que se ha hecho con el tiempo ha sido la de cowboy y vampiro, como en el caso de la película de Los viajeros de la noche de Kathryn Bigelow, que no sólo dirigió sino que también co-escribió el guión.
La historia sigue a un joven cowboy, que seducido por una chica nueva en la ciudad, descubre que ha sido mordido por un vampiro. Lentamente se convierte en una criatura de la noche, una raza compuesta por hombres y mujeres que vagan sin rumbo, alimentándose con la sangre de sus víctimas.
Llegados a 1987 tenemos un clásico, Jóvenes ocultos, de Joel Schumacher con Kiefer Sutherland, Jason Patric, Corey Feldman, Jami Gertz, Corey Haim, Edward Feldman, Dianne Wiest.
Sam Emerson y su hermano mayor Michael son dos jóvenes americanos muy convencionales. Tras el divorcio de sus padres, se instalan en la tranquila ciudad de Santa Carla (California), donde corren rumores sobre vampiros. En esta ciudad la personalidad de Michael cambia sensiblemente y empieza a ir con una banda de moteros cuyo líder es el carismático David.
De esta cinta se llegaron a hacer dos secuelas más, con menor fortuna, en 2008 y 2010, a pesar de que compartían la presencia de Corey Feldman.
Dada la extensión del cine de vampiros, sería injusto terminar aquí y olvidarnos de otras tantas películas curiosas, clásicas o incluso las que están por venir, así que os esperamos en una próxima entrega.