Bizcocho de harina de avena integral

Blanche´s Blog

Hace tiempo os di cinco motivos por los que desayunar es, por derecho propio, una de las comidas más importantes del día. Pero el que estemos "obligados" a ello no significa que tengamos que desayunar cualquier cosa, sino que podemos hacerlo de una manera sana y natural así que he decidido compartir con vosotr@s la receta del bizcocho que hago cada semana para desayunar a diario - hay cantidad para unos seis días aproximadamente -. Esta receta es la variante de otra que tiene como ingrediente principal el salvado de avena pero no acababa de convencerme el resultado por lo que decidí innovar y cambiar el salvado por harina de avena integral. ¿Qué propiedades tiene la harina de avena integral y por qué la elijo para esta receta? La harina de avena contiene fibra soluble que nos ayuda a reducir los niveles de colesterol, regula los niveles de insulina en sangre lo que hace que nos saciemos y además es rica en vitaminas, minerales y antioxidantes.  Completo ¿eh? Vamos a la receta que más fácil no puede ser. Precalentamos el horno a 200 grados. Mientras tanto en un bol batimos la harina de avena, la levadura, el azúcar moreno, los huevos y los yogures. Que no quede ni un grumillo por ahí así que a batir con alegría. Si queremos añadirle aroma de limón o cacao desgrasado este es el momento de hacerlo. Reservamos la mezcla.

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En otro bol aparte ponemos las claras de huevo y las montamos a punto de nieve. Si tenéis una batidora de varillas estáis de suerte porque hacerlo a mano es un rollazo de dimensiones descomunales. Para que suban antes le ponéis una pizca de sal a las claras - truco de mamá - y empezamos a batirlas. ¿Cuándo están a punto de nieve las claras? Si conseguís dar la vuelta al bol y que estas no se caigan están en su punto. Palabra, que no se caen.
A la primera mezcla le añadimos poco a poco las claras montadas y las vamos mezclando con un tenedor, de abajo a arriba para que las claras no se desmonten - truco de mamá dos -. Nos tiene que quedar algo parecido a esto.

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Forramos un molde con papel de aluminio y untamos este con aceite de oliva - un chorrito no os paséis - además de salpicarle con harina de trigo. Esto se hace para que no se pegue la mezcla - truco de mamá tres-. Vertemos la mezcla en el molde y podemos aprovechar este momento para añadirle unos frutos secos o trocitos de chocolate negro. Lo metemos en el horno durante al menos una hora a unos 180 grados. Durante este tiempo dejamos el horno tranquilito y sin abrir que luego no nos suben los bizcochos y nos preguntamos que por qué - truco de mamá cuatro -. Pasado este tiempo abrimos el horno e introducimos un ganchillo o palillo dentro del bizcocho. Si este sale limpio el bizcocho está hecho y ya podemos sacarlo. Tiene mejor pinta en directo, os lo aseguro pero no tengo el don de la fotografía.


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¡Buen provecho!  ¿Es el desayuno vuestra comida más importante del día? ¿Qué soléis tomar para desayunar? ¿Alguna receta que queráis compartir?
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