Enmarcada en un desubicado Universo DC, estamos ante lo que podríamos considerar una secuela indirecta de ¡Shazam!, pero con menos chispa y gracia todo sea dicho. Y eso que contar con Dwayne Johnson es de por sí un privilegio y casi garantía de éxito, al menos en taquilla, aunque no fue el caso, y si bien es cierto que la presentación de su personaje es aceptable, quienes le rodean no tienen la misma fortuna, introduciendo una Sociedad de la Justicia de forma repentina e intentando que sus destinos nos importen cuando apenas los conocemos. En resumen, puñetazos, explosiones y peleas sin descanso y sin ton ni son, para ofrecer un espectáculo pirotécnico sin alma, sin sentido y sin rumbo que sin aburrir en exceso pasa sin pena ni gloria por los anales del sobrexplotado cine de superhéroes.
Mi puntuación: 4/10