Revista Libros

Black and Blue, de Ian Rankin

Publicado el 10 agosto 2013 por Aramys

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Me siento cómo el último de la fila, ese niño al que todos ignoran, el que nunca se entera de nada.

Ese niño que se sienta en el patio y se come un moco tras otro mirando a su alrededor y odiando a todos por igual.

Joder, me podríais haber avisado de lo BUENO que es Rankin, ¿he? Que menos, QUE MENOS, yo os cuento cosas, cosas, ya sabéis. Un poco de feedback, un poco.

Que Rebus está jubilado ya, joder.

Black and Blue es de esas novelas que disfrutas durante todas y cada una de sus páginas, es bastante alucinante. Bueno, es alucinante que te cagas. Rankin tiene algo en su manera de escribir; en su manera de trazar la trama, en la manera en que nos dibuja a Rebus, en cómo el paisaje nos envuelve, que hace que desde el primer párrafo te veas arrastrado al interior de la novela y ya no salgas, y además  no quieras salir.

Cierras el libro. Fumas. Tomas café. Y cuando lo vuelves a abrir es cómo una succión, SSRRRUUUUUUUP. Y estas dentro. Acojonante.

A Rebus, trasladado a otra comisaría por portarse mal, le cae en las manos un caso un tanto peculiar; un tío amordazado, con una bolsa en la cabeza y atado a una silla ha salido volando por una ventana para ensartarse sobre una valla de hierro tres pisos más abajo.  Al mismo tiempo, un asesino en serie, que ya ha matado tres mujeres y al que la prensa ha apodado Johnny Biblia, por su modus operandi idéntico al de John Biblia el famoso asesino de los años sesenta que nunca fue capturado, tiene a toda la policía de Escocia en jaque, incluido a Rebus que, aunque no directamente, se implica en la investigación.

Os cuento solo una pequeña parte del argumento, a partir de esos dos sucesos Rankin construye una novela espectacular, donde las tramas se cruzan, se solapan, se acercan, se alejan, convergen, y todo sin perder ritmo, credibilidad y fuerza.

La verdad es que leer a Rankin es una pasada, parece que detenga el tiempo, cómo si pudieras leerlo siempre, de manera infinita, su manera de narrar, enérgica, clara, directa, hace que leerlo sea tan fácil y sencillo cómo respirar, sin esfuerzo, con esa sensación de disfrutar de algo primario y sencillo y fácil. Y Rebus, bueno, bueno, bueno, Rebus, un inspector terco, tenaz, solitario, bebedor, excesivo…me recuerda mucho a mi querido Scudder, pero algo más robusto, más decidido, quizás menos reflexivo, aunque delicioso de cualquier manera, un personaje tan bien dibujado, tan bien trazado, que es imposible no amarlo al instante, tan dubitativo en lo personal, con todas esas inseguridades, con esa edad en que uno ya sabe a quién gusta y a quien aborrece y se tolera a sí mismo, imposible no sentirse un poco Rebus.

Viviendo en las nubes y bebiendo en los pubs.

La novela está ambientada en los años noventa, años dorados para las empresas petroleras en el Atlántico, y Rankin, lejos de narrar solo unos cuantos asesinatos, nos muestra a través de la investigación de Rebus una sociedad, la escocesa, en decadencia meteórica por no haber sabido gestionar la gran riqueza que generó la industria petrolera en todos los años de economía boyante; sus ciudades, barrios y gentes, están ahora ante la falta de gestión e inversión de ese dinero, y se ven sumidos al abandono de infraestructuras, a la delincuencia de la juventud frustrada, a la corrupción policial y a las mafias, el caldo de cultivo es espeso y están aflorando cada vez más ratas.

Cómo toda buena novela negra, en esta hay mucha denuncia social impresa en la trama; políticas incorrectas, ecología, gestión de poder, economía, por no hablar de cómo arremete Rankin contra las petroleras y su voracidad sin límites.

Y ese es otro de los atractivos de la novela, lo que subyace detrás de uno de estos monstruos del petróleo. Aunque Rankin no profundiza en su economía y funcionamiento, quizás para no ralentizar la novela, si nos muestra cómo funcionan, cómo se financian, que son, incluso Rebus visita una de esas plataformas en medio de ninguna parte rodeado por kilómetros de agua salada.

Me jode no haber leído antes a Rankin, lo he disfrutado mucho, y aunque me he perdido algún detalle por ser Black and Blue la octava novela de la serie, se puede leer sin problemas. Pero está claro que leeré toda la serie.

Aún no he decidido si Black and Blue está más cerca de la novela policial o de la novela negra. Quizá sea una novela policial muy negra, o una novela negra bastante policíaca.

Demonios, eso no importa en absoluto.

Black and Blue

Ian Rankin

RBA Serie Negra 2012

517 páginas.

 


Black and Blue, de Ian Rankin
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