Una mente sana, por lo general, no es una mente asesina. Y una mente sana, por lo general, quiere tener liquidez económica para poder emprender sus planes de futuro. Pero, ¿y si por matar a un desconocido nos dieran un millón de dólares? ¿cuales de las dos mentes sanas sacrificaríamos? He aquí un dilema existencial que dado el caso e indiferentemente lo que pensemos fría y lejanamente, haría pensar a más de uno.
Es verdad que aunque la calidad del cortometraje que os presentamos no brilla por su ausencia, la proposición es digna de aplauso y reflexión. Tanto fue así que más tarde fue convertida en un largometraje con mucho bombo pero de escaso valor fílmico; ‘The Box‘ (Richard Kelly, 2009). Y nada más que por eso, merece un hueco en cineYEAR.