La avaricia y la incompetencia del dueño de la mayor superficie comercial de la pequeña localidad de Plymouth, que no prevé un dispositivo de seguridad adecuado para la apertura del establecimiento en la noche del black friday, unida a la histeria colectiva de las masas consumistas ávidas de ofertas, provoca una avalancha cuyo resultado es la muerte de varias personas del pueblo. Un año más tarde, un asesino anónimo con una máscara de puritano amenaza a varios de los miembros de aquella multitud enloquecida, incluyendo a la hija del magnate local.
A pesar de la popularidad del black friday en nuestro país, este día de grandes ofertas comerciales es un fenómeno muy reciente que nos ha llegado desprovisto de su componente cultural. El black friday es el viernes posterior al día de acción de gracias, una festividad de gran relevancia en Estados Unidos que une a las familias en torno a la mesa para una cena de asistencia todavía más obligada que la de Navidad. De hecho el título original de esta película es Thanksgiving, Acción de gracias.Por otra parte, lo que se celebra en la cena de acción de gracias es la fundación en tierras norteamericanas de la primera colonia de puritanos ingleses llegadas en el barco Mayflower. Dicha colonia fue precisamente Plymouth, el pueblo donde está ambientada esta película y que por ello tiene una carga simbólica como mito fundacional del país que a este lado del Atlántico nos pasa desapercibida.
No obstante, aunque sea de obligada mención ubicar las coordenadas culturales en las que se ambienta esta historia, las mismas no van más allá de ser un marco referencial para suministrar una iconografía propia a un título que se propone volver a traer a la primera línea comercial el slasher, un subgénero del terror creado a finales de los años 70 a raíz del gran éxito de Halloween, una pequeña película en la que el maestro John Carpenter fusionaba el terror sangriento de serie B con el manierismo del giallo italiano ofreciendo un relato sencillo y contundente basado en el enfrentamiento entre un asesino enmascarado, irreflexivo y ávido de la sangre de la primera persona con la que se cruce, y una doncella elegida por el destino para ser la única o la principal superviviente de la masacre.
La fórmula de Halloween lleva 45 años funcionando sin provocar al parecer el cansancio del público: tras una época de efervescencia durante los años 80 llena de imitadores de Mike Myers, el asesino creado por Carpenter, entre los que destacan el Freddy Krueger de Pesadilla en Elm Street y el Jason de Viernes 13, hacia mediados de los 90, cuando el slasher parecía ya finiquitado, resucitó con fuerza en Scream, ya al borde de la parodia e introduciendo la incógnita de la identidad del asesino y la fusión con el thriller comercial.Desde entonces no ha dejado de reaparecer con cierta periodicidad, integrado ya como subgénero recurrente dentro del cine de terror, a través de reaperturas de la saga Scream, homenajes a la serie B como Terrifier, o producciones más ambiciosas como esta, que parece pretender ampliar el público de productos comerciales más o menos recientes como Tú eres el siguiente, y llegar no solo a los fans declarados del cine sangriento.
Black friday es un compendio de toda la historia del slasher, con dosis de gore que no tienen que envidiar a las del cine más independiente, persecuciones en escenarios claustrofóbicos, e imaginería macabra de lo más retorcida. Ofrece como relativas novedades, aparte de la mencionada iconografía puritana del día de acción de gracias, un sentido del humor sádico que recuerda el espíritu adolescente propio de este subgénero, y sobre todo un sofisticado diseño de producción que lo coloca más que nunca en la serie A de Hollywood.
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- ##check## Lo bueno
- Gran diseño de producción.Iconografía propia basada en el día de acción de gracias y los puritanos del Mayflower.
- ##times## Lo malo
- Las altas dosis de gore y humor sádico harán las delicias de cierto público pero pueden ser un freno para un producto que parece buscar ir más lejos del nicho del terror basado en la sangre.
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- Dirección 7.0
- El director Eli Roth, actor ocasional en varias películas, la más destacada Malditos bastardos de Tarantino, es un especialista del género que ya había demostrado su afición al gore en Hostel..
- Guion 7.0
- Un refrito inteligente, dentro de lo convencional, de todas las constantes del slasher, en este caso muy emparentadas con la tradición de los cuentos de hadas: el asesino enmascarado como ogro, la doncella virtuosa que se adivina desde el principio como superviviente y como puesta al día de la princesa de cuento al ser la hija del magnate local, la madrastra, el grupo de adolescentes como potenciales víctimas del asesino, o el inevitable sheriff del pueblo.
- Intérpretes 7.0
- Patrick Dempsey es lo más destacado de un reparto donde se echa de menos una reina del grito más carismática y no se saca todo el partido de Gina Gershon, la diva del clásico camp de los 90 Showgirls.
- Banda Sonora 6.0
- Entretenimiento 6.5
- Montaje / Innovación técnica 5.5
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- Puntuación Total 7 / 10
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