Revista Música
Black Sabbath – Paranoid
Tiempos condensados hasta la densidad mas cavernosa, riffs secos, pero de una exactitud inhumana. Primero maldijeron el blues. Ahora al hibrido nacido de sus manos, lo sellan con la personalidad negra, que bien se les daba. Reduciendo el tiempo innecesario, las voces mas carrasposas adquieren la madures y matiz apropiado, para convocar todas las injurias paganas, que brinden un espíritu sísmico al album.
Proyectando una evolución notable de su predecesor, el segundo demonio de Sabbath, fue un avance significativamente propio, limaron cualquier bache que arrastrasen, y los redujeron, por otro lado, todas aquellas virtudes que se asomaban también las aumentaron, dándoles mayor protagonismo a los pasajes que si funcionaban, cual selección natural, entregan una pieza fundamental para cualquier ente melómano que se precie de tal.
No con una velocidad pasmosa, mas las atmósferas apesumbradas, ese aire a caos. Está tan bien logrado, todo el conjunto de ideas y elementos, que se apropia por propio estatus. La cima de las tinieblas, la alcanzaron demasiado rápido.
El contenido del album en si mismo es una mirada bastante despectiva con relación a la condición humana, si bien antes incursionaron en asuntos mas mitológicos y concernientes a la oscuridad mas folklórica, esta vez los temas tienen una relación mas protestante, por el hecho de estar bajo la sombra de la Guerra de Vietnam, el mirar como los seres humanos se matan unos a otros, movidos por los hilos de cerdos sombríos. Pronósticos de Apocalipsis, también se abriga en las líricas y por ultimo, la adicción a los alucinógenos…Como ven nada muy “satánico” si no mas bien de una contundencia social y antropológica bien clara.
“En los campos hay cuerpos quemándose, mientras la máquina de guerra sigue rodando”
War pigs, machacante, asi se le podría definir, tiene un procesamiento innegablemente lento, de estos temas, que privilegian el pausado desgarramiento en vez de una demolición precipitada, mas ese detenimiento genera también un mayor énfasis en el hacer de cada instrumento, la batería pese a su sequedad, esta muy presente , ahí en ese paraje decadente, la guitarra también va marcando concientemente cada tramo, y la voz también, conociendo sus limitaciones, se apropia de la sonoridad encontrando un recoveco que le haga relucir (secamente oscuro). La guerra es el eje del track, mientras cruza su línea del ecuador, es cuando provoca mayor epicidad en esa instrumentación tan acida. Su secuela Paranoid, para algunos un plagio, para mi una esquizofrenia veloz, y precisa. “creo que perderé la cabeza, si no encuentro algo que me apacigüé”. Casi como un track que no explota nunca, porque lo va haciendo mientras avanza implotando mil diminutas veces en plena carrera. La dosis de vértigo fundamental. Planet Caravan, invoca otra especie de entes a este ritual, su función es mas ceremonial, con percusiones tribales mas cadentes y arcanas, mas calidas en ese mar de frialdad y decadencia, de una letra menos mordaz y extrañamente mas líricamente bonita “y asi pasamos por el ojo carmesí del gran dios Marte mientras viajamos por el universo” .
Iron man, llega luego de unas percusiones y una voz distorsionada que proclama su nombre, con ese riff inmortal y tan pesado, que solemnemente doblega. Se da el tiempo de narrar el hacer de un viajero del tiempo que al ver en un futuro el fin de la humanidad, decide salvarla en su época, sin embargo es ignorado y al ser tan alto el resentimiento se convierte en un hombre de hierro que desata el principio de su propia visión. Musicalmente impecable, con unos avances veloces, heridos por líneas mas narrativas, pero que conjugan en la creación de una canción absolutamente densa y al mismo tiempo muy adhesiva.
“y asi en el cielo, brilla el ojo eléctrico. El rey sobrenatural”
Electric funeral, asimila una conformación bastante parecida a la de la primera mitad, adjuntándose mas a la creación de atmósferas densas, mientras luego de alcanzar un punto desatarse en conversiones incisivas y mas atropelladas. Y a repetir la formula otra vez. La letra gira sobre la destrucción nuclear, asiéndose al oído hasta convertir al escucha en arcilla. Muy leal a su frecuencia es Hand of Doom, con tiempos extremadamente marcados, no se altera ni se resiente mas allá de la cuenta, siempre claro variando las velocidades, mas el porcentaje mayor se lo lleva la marcha machacante, además de explayarse sobre la dependencia y la adicción…”quédate con tus reglas vacías” recita, todo para abrir sendero a Rat Salat, instrumental que protagoniza directamente la batería, con descampados y constantes ventiscas de redobles secos, se siente un tema árido, muy grisáceo. Da la impresión de haber querido ser muy técnico, y deshumanizado por otro lado, como a medio camino. Más no un mal tema. Faires wear boots, es el final esplendido. Inerte podría definirlo, es que esta bastante bien ejecutada, eso claro si obviamos su algo deficiente letra, mas da un cierre de cortinas, representativo y excelso.
Maestros de las dos dimensiones, Black Sabbath se consolida de inmediato con este clásico album, independiente, que tal vez nunca conseguirán crear un sonido tridimensional o complejísimo. Sus principales virtudes se refieren a eso, saben donde están puestas sus fronteras y por eso mismo apuestan por profundizar lo que les acomoda mas, como un hueco profundo y lleno de ecos y temor…dejen que Paranoid los arrastre un rato por las penumbras del hard rock.
• Tracklist
• War pigs
• Paranoid
• Planet Caravan
• Iron man
• Electric Funeral
• Hand of Doom
• Rat Salat
• Faires wear boots