
Blackie Books sacó a la luz en febrero de 2024 una preciosa edición de Blackwater 1. La riada. En septiembre de ese mismo año ya iba por la quinta edición. Merece la pena tener este librito encuadernado de manera tan perfecta; doce capítulos cortos de letra clara, siguen a un árbol genealógico de la familia Caskey, terratenientes de Perdido y los de los Sapp y los Welles, familias negras al servicio de los Caskey; los tres hogares protagonistas tienen curiosamente un punto en común: son sus mujeres quienes, a principios del siglo XX, los gobiernan: Mary Love, Creola y Roxie. Asimismo esta genealogía sucede al Prólogo donde el autor, Michael McDowell nos pone en situación sobre el lugar donde se desarrollará la historia, Perdido, y sus habitantes.
El ilustrador de esta novela, Pedro Oyarbide, recrea en la portada una estampación en blanco y dorado, que después tomó como base para sacar a la venta una serigrafía en A3 para ayudar a los afectados por la dana en Valencia.

No cabe duda de que en La riada hay un empoderamiento femenino que sugiere una sociedad en la que la mujer lleva la voz cantante. El hombre ayuda a procrear pero las decisiones familiares son tomadas por mujeres, aunque en ocasiones concedan la ilusión de que ha sido él quien ha resuelto el problema "-Pero, entonces, ¿cómo va a llegar hasta allí? -preguntó James, perplejo. Para él era un verdadero alivio que fueran las mujeres quienes resolvieran aquella situación tan difícil (por algún motivo, siempre lo hacían ellas)".
En la confluencia de los ríos Perdido y Blackwater, en Alabama, queda el pueblo Perdido. El domingo de Pascua de 1919 resurge de la última riada y ese día, Oscar Caskey y su criado encuentran a Elinor Dammert, una dama que, aunque ha extraviado la documentación, asegura que venía a Perdido como maestra. Elinor causa una impresión inmejorable en todas las mujeres del pueblo, tanto blancas como negras, excepto en Mary Love Caskey, madre de Oscar y líder indiscutible. Los habitantes de Perdido la respetan y la temen por lo que no se atreven a enfrentarse a ella. Elinor lo sabe, por eso prefiere tenerla de aliada, solo así podrá llevar a cabo su plan: quedarse. No sabemos para qué pues el final de La riada es abierto. Blackwater es una serie de seis libros donde McDowell relata la historia de la saga de los Caskey.
La historia de La riada no tiene mucho más que se pueda contar sin develar algo importante que haga perder la atención del lector; en realidad, los personajes son bastante planos, la trama algo aburrida, porque cuando sucede algo que destruye la placidez del pueblo, y la lectura, todo vuelve rápidamente a como estaba antes. La responsable de tanta sumisión es Elinor; a veces tenemos la impresión, por sus actos, de que es una muerta viviente, otras, un ser abisal, una bruja o una vampira pero no hay grandes sobresaltos.

El final da un giro woke a la trama, algo impropio de la mujer, menos aún de una mujer del siglo XX; pero todo tendrá su explicación en la segunda entrega, El dique; al menos eso espero.
Lo más interesante de la novela son los temas que van apareciendo y que hacen de su autor un avanzado en su época:
El estilo mantiene la norma de la escritura realista, con datos intercalados que aportan la sensación de realismo, descripciones que intentan reproducir el ambiente social de la época y un enfoque de la vida cotidiana que Michael McDowell salpica con leyendas rurales de componente funesto y matices terroríficos.
El narrador, en tercera persona omnisciente, intenta generar una atmósfera imparcial y normal aunque cuente sucesos extraordinarios, de esta manera, con tintes de Realismo mágico, los personajes intuyen estos hechos fantásticos como parte de la normalidad. Solo así se puede preparar y llevar a cabo una boda en un día, con traje de novia, decoración y banquete nupcial sin que nadie advierta las premoniciones "La boda se celebró a las cinco [...] La lluvia aporreaba los cristales de las ventanas [...] goteaba por la chimenea. Al cabo de un momento, la sala entera olía a hojas empapadas de lluvia".