Colin Vearncombe, más conocido por el apodo de "Black", fue un músico británico nacido en Liverpool, en 1962, y fallecido hace relativamente poco, el 26 de enero de 2016, víctima de un accidente de tráfico en una zona próxima al aeropuerto irlandés de Cork. Tras publicar un par de singles con la discográfica Rox Records (" Human Features", 1981 y " More Than the Sun", 1982), fichó por Wea Records; los primeros sencillos que vieron la luz con esta compañía fueron " Hey Presto" (1985) y el tema que nos ocupa, "Wonderful Life" (1985) que, además, dio nombre al primer Lp de esta formación, editado en 1987. Se trata de un álbum de pop que podríamos englobar dentro de la new wave, la corriente musical imperante en aquellos años; contó, entre otros músicos, con Jimmy Hughes a la batería, Martin Green al saxo -bien reconocible en algunas canciones, como en la propia "Wonderful Life"- y Dave "Dix" Dickie a los teclados, amigo de Colin y uno de los principales artífices de este álbum. "Wonderful Life" fue el tema con el que se dio a conocer Black, el gran éxito de su carrera, para algunos el único que tuvo antes de su temprana muerte a los 53 años. La responsable indirecta de este hit fue su ex-mujer, de quien se había divorciado poco tiempo antes; según unas declaraciones realizadas por Colin en 1993, fue "una de esas grandes ironías de la vida porque mi primer matrimonio se había roto de un modo irreal y yo, ante ello, terminé escribiendo canciones que, a la postre, serían las más exitosas que jamás haya tenido mi catálogo. Mi ex-esposa fue indirectamente responsable del hit y eso, ahora, me hace sonreir". "Wonderful Life" es un tema triste y melancólico que, de manera irónica, nos habla de las cosas buenas de la vida, de esos placeres sencillos a los que, probablemente, Black no tenía acceso acceso debido a su estado de postración. En la web Ideasnopalabras realizan una interesante interpretación subjetiva de la letra que, independientemente de que la compartáis o no, resulta ciertamente sugerente. El vídeo oficial, en blanco y negro, fue grabado en zonas costeras próximas al lugar donde vivía Black; dirigido por Gerard De Thame, ganó un premio en el edición de 1988 del New York Film Festival.