Seguimos adelante con la filmografía de Harrison Ford, y tras haber tratado con La Guerra de las Galaxias e Indiana Jones, nos encontramos con la primera película dramática que protagoniza. Una obra de culto del cine y la obra que dió origen a la ciencia-ficción moderna. Se trata de Blade Runner, película dirigida por Ridley Scott y considerado un film magistral.
Aquí, Harrison Ford interpreta al melancólico y solitario detective del futuro Rick Deckard. Su trabajo consiste en dar caza y eliminar a los replicantes que se han fugado de una reserva. Es decir, Deckard es lo que se conoce, en el futuro, como un Blade Runner, un cuerpo especializado en las tareas antes mencionadas. Su personaje está ya medi retirado, pero es reclamado por su jefe para que lleve a cabo esta última misión.
El detective al que da vida Ford tiene ciertas reservas ante el programa de clonación iniciado por la empresa Tyrell Corporation y su funcionamiento. Sin embargo se dedica a hacer su trabajo sin decir una palabra y ayudado por una bella replicante (Sean Young), que resulta ser la secretaria del máximo directivo de la empresa Tyrell, lo que confunde aun más a Deckard, pues los replicantes están prohibidos y perseguidos desde hace tiempo.
Harrison Ford consigue, con este papel, demostrar que no solo era un actor de aventuras y un héroe simpaticón, sino que podía darnos a conocer el lado más oscuro y dramático en sus personajes y resultar igual de efectivo. Su semblante serio, continuamente pensativo y con esos aires de tristeza de los que dota a su personaje van a la perfección con esa mezcla que es la película de film-noir y ciencia ficción.
El físico y la actitud de Ford nos indican que Deckard está preparado para cualquier tipo de situación: persecuciones a la carrera, peleas, interrogatorios, etc. Denota también ser un detective suspicaz e inteligente, al que es difícil engañar. No deja de lado su lado más rudo, más bestia, no sólo a la hora de ser implacable con los replicantes sino también cuando se relaciona con otras personas, con las que es directo y un poco brusco (si no que se lo digan a Sean Young en la escena de amor que protagonizan). Un antihéroe del cine negor futurista perfecto, tal vez el mejor.
Desde luego, éste es (junto a Único Testigo y Frenético) el mejor trabajo de Harrison Ford. Demostró que estaba a la altura de las circunstancias y que su éxito no era casualidad; que valía muchísimo como actor y que cualquier proyecto en el que se embarcaba merecía mucho la pena a nivel cinematográfico. En Blade Runner nos regala momentos y escenas maravillosas a la vez que nos da un motivo más para seguir considerandolo como una leyenda viva del cine.