Recuerdo una anécdota que me contó mi mamá…
Preocupada por mi hermana, quien parecía tener un problema auditivo, acudió al pediatra.
―Doctor, ¿le podría revisar los oídos a mi hija? Es que no siempre me escucha cuando la llamo…
―Vamos a ver.
El doctor la sentó en la mesa de exploración y se alejó. Desde el otro lado del consultorio, utilizando la voz más quedita posible, dijo:
― ¿Mónica, quiere una paleta?
Con la voz igual de quedita, Mónica contestó:
―Sí.
―Señora, su hija sufre de “sordera selectiva”.
¿Qué es eso? Ahí les va la explicación (sólo que tienen que darle click a la imagen para verla bien):
Mamás, está clarísimo. Si queremos que nuestros hijos nos escuchen, por favor, (mucho) menos blah, blah, blah.
Me declaro culpable.
*Esta caricatura es de Gabriel Solomons, un papá bloguero. Si quieres ver más de su trabajo, visita: http://dadographic.blogspot.com/