Blaine, la plataforma tecnológica que está revolucionando el mercado de las flores artificiales ha cerrado su segunda ronda de inversión por valor de 720.000 euros. El objetivo, escalar el negocio en Europa y convertirse en líderes del sector de las flores artificiales con su modelo de suscripción B2C y B2B. La operación ha sido liderada por Draper B1 y Archipelago Next. Anteriores inversores de la compañía también han participado en esta ronda. Por otro lado, ENISA ha reforzado la ronda de inversión a través de financiación pública.
Fundada en el 2019 por Óscar Gallego, Carol Frau y Carles Grau, Blaine plantea un servicio de suscripción mensual de ramos de flores artificiales sostenibles para decorar cualquier espacio. Precisamente, esta transversalidad en su producto es lo que les ha permitido ir creciendo significativamente desde que cerraron su primera ronda de capital inicial a finales de 2020.
Blaine tiene como prioridad reducir al máximo su impacto medioambiental a través del sistema “flower-sharing”. Este sistema consiste en que los ramos siempre estén en circulación rotando por diferentes hogares y empresas. De esta manera, se reduce el consumo de plásticos y las emisiones de C02. También hay que destacar que parte de las flores de Blaine están fabricadas a partir de telas y plásticos reciclados.
La joven startup de Barcelona aspira a transformar el sector de la flor democratizando el uso de las flores artificiales en cualquier espacio a través de un sistema de alquiler por suscripción. Con esta nueva inyección de capital, Blaine invertirá en tecnología y sistemas propios. El fin es seguir ampliando el equipo con la incorporación de más de 30 personas en los próximos meses y escalar el negocio hacia nuevos mercados en Europa como Francia. En este sentido se reforzará especialmente las áreas de tecnología, marketing y operaciones con el objetivo de optimizar la adquisición de clientes.
En apenas un año y medio de vida la empresa ha multiplicado por diez su facturación. Actualmente cuenta con 20 empleados y encara el 2022 con el objetivo de multiplicar por 30 el número de clientes y expandir su negocio a nivel internacional. “Ahora nuestra principal prioridad es entender cada vez mejor a nuestros clientes para seguir aportando el valor que necesitan”, sostiene Óscar Gallego, CEO de Blaine.
“En los últimos meses ha habido un incremento de interés en la decoración de espacios apostando por las flores artificiales”, afirma Óscar. Este hecho ha implicado a Blaine un crecimiento con una tendencia ascendente gracias a su fuerte apuesta por flores artificiales de calidad y de larga duración, acompañadas de un servicio y experiencia de usuario excepcionales. Blaine ya tiene una lista larga de clientes mensuales en más de treinta sectores diferentes, como el sector de hostelería, wellness y beauty, oficinas, hogares, entre otros.