Blanca Portillo ha decidido dimitir como directora del Festival de Mérida tras el encontronazo con la Junta de Extremadura debido a la retirada de una fotografía de Cristo mostrada en una exposición, considerada irreverente por una parte del público.
La actriz ha comentado que su dimisión no se debe a la retirada de la imagen, sino a su falta de entendimiento con el gobierno extremeño y su presidente, José Antonio Monago. Además se ha quejado de la falta de medios y el poco tiempo del que ha dispuesto para organizar el certamen.
Portillo estaba ilusionada con la dirección del Festival y esperaba dirigir más ediciones, pero finalmente no ha sido posible.