Blanca y su libertad sexual (La casa de los espíritus)

La primera hija de Esteban y Clara es Blanca. Ya desde que eran niños, Blanca y Pedro Tercero se enamoraron uno del otro, pero su padre, Esteban, no aprueba esta relación por estatus de Pedro, porque es un campesino. A pesar de creencias de su padre, Blanca empieza una relación sexual con Pedro Tercero. Pedro viene de una familia pobre, de la clase baja y sería un escándalo para la familia rica como es Trueba, si se descubre relación entre hija de Esteban y un campesino. Justo por su ideología políticamente radical, Esteban no quiere que hombre como Pedro acerque a su hija. Pero Blanca no renuncia de su gran amor, aunque el padre le prohíbe a ver a Pedro Tercero. Ella comparte la opinión con su amante de que es necesario cambiar algo en la sociedad dividida entre los ricos y los trabajadores que se explotan.

Aunque Esteban prohíbe relación entre estos dos jóvenes y no está de acuerdo con elección de pareja de su hija, Blanca siempre encuentra maneras de eludir prohibiciones de su padre. Ella lucha por su propia libertad y quiere tener la relación con la persona que ella misma escoge. Y esa persona es Pedro García Tercero. Incluso cuando se queda embarazada, no tiene miedo de asumir su embarazo. Se enfrenta a su padre, pero él, al enterarse que su hija está con Pedro Tercero, la golpea, busca a Pedro y le corta tres dedos de mano. Después de este acontecimiento, Pedro Tercero y Blanca no se veían por muchos años.

A pesar de que Esteban sabe que su nieta fue concebida fuera del matrimonio y que es hija del hombre que él detesta, Esteban acepta y quiere mucho a su nieta. Blanca escapa de la casa de Conde y regresa a su familia. Ella no tiene ninguna relación especial con su padre, pero tampoco teme de él. Llevada por su amor y pasión, Blanca se encuentra con Pedro en la casa de Esteban. Así demuestra que es muy valiente y que quiere escapar de las limitaciones del sistema patriarcal. Completamente ha vencido el dominio de su padre y de esta manera ella forma su propia identidad como una mujer totalmente liberada.

Blanca representa un nuevo paso en lucha por la libertad de las mujeres. Mientras que Clara crea su independencia personal y decide no hablar más con su marido, Blanca quiere diferente tipo de libertad. Ella quiere conseguir la liberación sexual, quiere amar y estar con una persona que ella misma escoge. El amor entre Blanca y Pedro Tercero corresponde al ideal romántico. Pertenecen a distantes clases sociales, pero se enamoran y durante toda la novela luchan por su amor. Ellos tienen una conexión fuerte, se aman mucho, desde la infancia, a través juventud y después en su media edad en el exilio, donde no existen diferencias sociales. Al final, Esteban ve que su amor es fuerte, que resistieron a los problemas durante todos estos años y que se aman todavía y ofrece la mano de reconciliación a Pedro.