Los vinos son bebidas con múltiples cualidades, sensorialmente son apreciados por sus ricos aromas y sabores, además que conocemos sus beneficios como digestivos, relajantes, antioxidantes, etc. Pero muchos se preguntan: ¿qué vino es mejor, el tinto o el blanco? La respuesta es simple: Ninguno. Los vinos no pueden categorizarse como buenos o malos por el tipo de uva que se utilice para su elaboración, su consumo va depender según el momento del día, el tipo de comida con el que se acompañe, la ocasión, el gusto del consumidor, etc.
Estudios recientes de la Universidad de Pittsburgh han demostrado que la quercetina no sólo tiene efectos antioxidantes sino que ayuda a disminuir la presión arterial, ayuda a infecciones virales, alergias, asma, diabetes y úlceras estomacales. Este antioxidante también se encuentra en alimentos como la manzana, el té verde y la cebolla.
Además el polifenol presente en el vino, resveratrol, ayuda a mitigar inflamaciones, funciona como analgésico y estudios de la Universidad de Harvad han encontrado que puede llegar a prevenir enfermedades degenerativas asociadas con el envejecimiento, como la diabetes, Alzheimer y cáncer, es por ello que se le ha llamado como el “elixir de la juventud”.
Aunque los beneficios del tinto son mayores no significa que el blanco no posee beneficios, éste también pero en concentraciones más bajas.
“Come niño y crecerás, bebe viejo y vivirás”