No todos los blancos son iguales, si el blanco nuclear os resulta demasiado luminoso y clínico para casa, probad con un blanco con tono.
El blanco roto por ejemplo, un tono de blanco más apagado que aporta un poquito más de calidez a nuestros hogares, podéis ver como queda en el salón de este piso sueco, la pared de las ventanas.
A la hora de pintar hay que tener en cuenta los dos tipos de iluminación, la diurna natural y la nocturna artificial, en función de estas elegiremos nuestro tono de blanco, ya que es un color que refleja la luz y puede crear formas, sombras o incluso otros tonos en función de lo que encuentra en su camino.
El color blanco sigue siendo a pesar de las modas, los estilos y las tendencias el color preferido para paredes y techos en la mayoría de los hogares. Es un color barato y fácil de aplicar, crea un marco neutro para los elementos que queramos resaltar y no pasa de moda.
Si queréis un tono algo diferente la mayoría de marcas ahí fuera tienen una carta inmensa de posibilidades (si, vais a flipar con la cantidad de tonos de blanco que podéis conseguir), así que seguro, que acertaréis con uno para vuestra casa. ¡Feliz jueves!
Vía: Stadshem
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